Salud universal a ritmo de rap

J. Monroy | TOLEDO
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Los alumnos del Ángel del Alcázar participan en un programa de sensibilización con Médicos del Mundo y no entiende cómo pude haber gente sin acceso a la salud

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«Necesitamos la tarjeta universal para que todas las personas estemos igual», «de este mundo podemos hacer un proyecto que pueda crecer», y «para evitar tanta desigualdad hay que asumir mucha responsabilidad» reiteraban ayer a ritmo de rap de los alumnos de quinto de Primaria del colegio Ángel del Alcázar. Ellos mismos habían compuesto unas letras con las que resumían las últimas semanas de trabajo junto a Médicos del Mundo. No llegan a entender que haya gente que no tiene acceso a la salud.

‘Kushiriki por la salud’ es el proyecto de sensibilización y educación para el desarrollo que la ONG  ha desarrollado en los dos colegios de Santa Bárbara y con el que está buscando sensibilizar y movilizar a la ciudadanía en la defensa del derecho y acceso a la salud de los y las inmigrantes.

¿Qué es lo que han aprendido los niños? «Cómo está el mundo en cuanto a riqueza y los Derechos Humanos, y nos ha llamado la atención lo mal que está repartida la riqueza en el mundo». Así lo afirmaba David, un alumno de quinto curso. Su compañera Jénifer explica que llevan tiempo realizando varios talleres en los que han repasado el estado de la riqueza, los Derechos Humanos y la salud en el mundo. El resultado ha sido estos rap, en los que han sabido condensar, destaca Pilar, todo lo aprendido. En ellos, advierte Marta, «contamos cómo está la sanidad en el mundo, contamos también las barreras que se encuentran algunos inmigrantes, y también que podemos colaborar con las ONG y podemos ayudar a seguir a los que creen que no pueden seguir adelante». Tras la experiencia, los cuatro se muestran concienciados con la situación de los inmigrantes en relación a la salud, y no dudan en afirmar que colaborarán con alguna ONG cuando sea posible.

Después de unos días estudiando estos problemas junto a Médicos del Mundo, todos los niños del colegio Ángel del Alcázar concluyeron ayer la semana con una actividad deportiva en la que pusieron punto final al ‘Kushiriki por la salud’. Se trataba de una carrera con un doble objetivo: intentar llegar a más gente y recaudar fondos, porque han patrocinado a cada alumno por correr. Así lo explicaba la técnica de Médicos del Mundo Cintia Martín Blas. Ha sido el colofón de un proyecto realizado durante todo el curso para sensibilizar a los niños sobre las situaciones de desigualdad y la vulneración del derecho a la salud, tanto en España, como en otros países. También han aprendido quiénes son responsables para conseguir una salud universal, y qué pueden hacer ellos para alcanzarlo.

Se han desarrollado por un lado sendos talleres en las dos clases de quinto, en los que por medio del juego, los niños se han acercado a la realidad; han visto las desigualdades entre países, las barreras que se encuentran las personas o los problemas de acceso a la salud de los inmigrantes que en España (no en Castilla-La Mancha) no tienen derecho a la tarjeta sanitaria. Después se ha desarrollado una representación teatral basada en hecho reales, en la que quedó patente la importancia de que se involucren las distintas partes.

En cada juego, explica Martín Blas, se ha planteado, además de la puesta en escena de la situación, un análisis de la situación, la opinión de los pequeños, quién puede hacer algo para cambiarlo y qué pueden hacer ellos. En el último taller, los alumnos crearon los rap como conclusión. Además, cada profesor ha trabajado en las aulas un taller sobre Derechos Humanos y derechos de la salud.

En el acto contó con la presencia de la presidente nacional de la ONG, Sagrario Martín, quien destacó que, además de la cooperación internacional, acción humanitaria y la inclusión social, Médicos del Mundo también invierte muchos esfuerzos eh la educación de los niños para la creación de una ciudadanía global y participativa en el marcho de los Derechos Humanos. También hace actuaciones de concienciación a la población general y de incidencia política, para incidir en quienes toman las decisiones. Para Martín, «la educación es el pilar de casi todos los aspectos, pero sin duda para la ciudadanía; es una inversión muy importante que los niños vayan descubriendo y creando conciencia crítica en general».