Aurelio Vázquez: «La Administración debe atraer a las empresas, no echarlas»

Soraya Lucas / Toledo
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«Hay borrón y cuenta nueva para los bancos pero no para los empresarios»«El Gobierno regional puede compartir nuestras opiniones (en materia de impuestos), pero tiene que escuchar a su socio de gobierno, por lo que tiene limitaciones»

La Asociación de la Empresa Familiar de Castilla-La Mancha celebra este martes, 5 de abril, su Asamblea general ordinaria. Una cita anual clave para el tejido empresarial de la región y en la que se debatirán asuntos relacionados con el mantenimiento de los puestos de trabajo en Castilla-La Mancha y las medidas que la Asociación ha trasladado al Gobierno autonómico para la recuperación económica de la comunidad autónoma y el mantenimiento del Estado de Bienestar.

Igualmente, en dicha asamblea, será ratificado como presidente para un nuevo mandato quien ha venido desempeñando ese cargo en los últimos años, Aurelio Vázquez García. La Tribuna ha analizado con él los retos y miedos a los que las empresas familiares de la región se tienen que enfrentar en estos años todavía complicados.

La Asociación de la Empresa Familiar de Castilla-La Mancha celebra este martes, día 5, su Asamblea anual comprometida con el mantenimiento del Estado de Bienestar. Aparte de este asunto, ¿qué otros temas analizarán en esta cita anual?

En primer lugar aprobaremos las cuentas. Vendrá el banco Santander como patrocinador de la Asamblea para hablarnos de la economía postcrisis, de la herencia y de los cambios pendientes. Tendremos también una mesa redonda con empresarios y presidentes de otras asociaciones empresariales de la empresa familiar como la de Alicante o Madrid. Vendrá también John Müller, periodista, y dos embajadores, el de Andorra y el de Portugal para hablarnos de la situación económica actual y de la incertidumbre que tenemos ante la actual situación política que vivimos. La clausura correrá a cargo del director general del Instituto de la Empresa Familiar y del vicepresidente de la Junta de Comunidades, José Luis Martínez Guijarro. También daremos un premio, como todos los años, esta es la octava edición de damos este premio. En esta ocasión se lo entregaremos a Santo Tomé, una empresa familiar que tiene 160 años de vida y que está en su séptima generación. Esto es algo que tiene su mérito y es algo que queremos reconocer desde la Asociación.

¿Cuántos asistentes se darán cita en la Asamblea?

Vendrá unos 15 invitados y unos 130 ó 140 asistentes.

El Gobierno regional se comprometió el pasado año con la Asociación de la Empresa Familiar de Castilla-La Mancha a colaborar en el proyecto de tutelaje empresarial ‘Apoyo 100’. ¿Cómo está funcionando este proyecto?

Es un proyecto ilusionante y está funcionando muy bien. Nos hemos dando cuenta de que las empresas vienen con un problema disfrazado de tipo empresarial, pero lo que subyace por debajo de ese disfraz es un problema de tipo familiar. Las empresas familiares compenetran dos tipos de gestiones: empresariales y familiares. Y lo que aparentemente es un problema de tipo empresarial, si rascas ves que el problema tiene un origen familiar. Es una pena que muchas empresas no sobrevivan por estas cuestiones, ya que son empresas saneadas, con un producto demandado y adaptadas perfectamente al mercado, pero al final son los problemas familiares los que dan al traste con ellas. Y esto es lo que estamos viendo desde que se instaló el programa ‘Apoyo 100’.

¿Este tipo de problemas se está acuciando con la crisis o siempre ha estado ahí y es ahora cuando es más visible?…

Siempre ha estado ahí. La condición humana es así. Solo el 13% de las empresas sobrevive a la tercera generación. Hay un 87% de las empresas que se queda por el camino, normalmente por temas familiares. En tiempos de crisis ese problema se acucia porque, mientras las cosas van bien y la economía fluye, los problemas familiares se tapan más fácilmente. Pero cuando la economía se tambalea es cuando comienzan los cruces de acusaciones y cuando la empresa es más frágil. Es una relación directa con la crisis.  De hecho, presentamos una tesis sobre las patologías de las empresas familiares y detectábamos esta variable.

¿Es ésta la mayor enfermedad que afecta a una empresa familiar?

Sin duda.

¿Cómo se puede atajar?

Para eso estamos. La Asociación, entre otros objetivos, se preocupa por esta supervivencia a través de curas o tratamientos que prevean esta enfermedad o patología. Y esas curas son comunicación, profesionalización, externalización de servicios, protocolos entre los miembros de la familia y gestión empresarial y familiar de manera coordinada. El cambio de testigo es otro de los puntos críticos. Cuando un padre deja el testigo debe de hacerlo de manera ordenada y prevista y con el apoyo de todos. Y si puede ser, unánime. Estas podrían ser, más o menos, las medicinas que tenemos a nuestro alcance para tratar esta patología.

¿La empresa familiar ha sacrificado su rentabilidad en favor del empleo durante la crisis?

Sí, rotundamente. La empresa familiar ha renunciado a su rentabilidad y se convierte otra vez más en el eje vertebrador de la economía. Los valores de la empresa familiar, a diferencia de las sociedades anónimas, está en eso: en la supervivencia porque se trata de empresas heredadas de padres o abuelos. Ellos no son anónimos, tienen ojos y caras. En la región hay un tejido empresarial muy importante y quien gobierna debiera conocer el tejido empresarial que tenemos y se daría cuenta de que hay muchos empresarios que no ha dado concurso de acreedores y han soportado con sus propios riñones los avatares de ésta y otras crisis. Porque quienes estamos en las empresas familiares no somos sociedades que se han creado hace dos años, sino que venimos de varias generaciones y estamos curadas de espanto. Las empresas familiares sacrifican rentabilidad con tal de que la empresa se mantenga, que los puestos de trabajo se mantengan. Algunos empleados también llevan generaciones. Eso pasa en Santo Tomé, por ejemplo, donde hay trabajadores que llevan varias generaciones. ¿Cómo no vas a sacrificar rentabilidad a cambio de mantener ese puesto de trabajo? Una sociedad anónima, sin caras y sin ojos, no mira tanto por esto.

Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma en la que mayor porcentaje de empresas familiares se han creado, ¿no? ¿Está satisfecho de ello?

Hay que conocer el tejido empresarial de la región. Sería muy interesante para los políticos. Estamos observando, aunque nadie dice nada, la adjudicación de algunos concursos públicos a través de directores generales de otras empresas de fuera de la región. Es totalmente loable, como el hecho de que las empresas de la región vayan a otros concursos de otras comunidades autónomas, pero tampoco podemos penalizar a las empresas de la región, que pagan aquí los impuestos, porque son empresarios con ojos y caras que llevan muchas generaciones aquí, pagando impuestos aquí, defendiendo a los trabajadores de aquí, a la economía castellano-manchega… Y eso no se debería de penalizar. Tampoco digo que se debiera premiar, pero sí no penalizar.

¿Reclama más colaboración, ayuda, entendimiento por parte de la Administración regional?

Reclamo una mayor atención a las empresas que están en Castilla-La Mancha. Los inversores están paralizados por miedo a la incertidumbre y, además, están atendiendo a las medidas tributarias de la región. ¿Los cambios que va a haber en el impuesto de Sucesiones y Donaciones va a hacer que algunas empresas se marchen? Pues claro que significa que las empresas puede irse a otras comunidades donde los impuestos de Sucesiones y Donaciones sean más baratos. Estoy hablando de la Comunidad de Madrid donde este impuesto es cuatro puntos inferiores al de Castilla-La Mancha; o de Extremadura, que está un punto por debajo de Castilla-La Mancha en este impuesto. Si lo que estamos haciendo es que las empresas más grandes paguen más impuestos pues, a lo mejor, no estamos actuando de la manera más adecuada. Porque a las empresas hay que atraerlas y cuidarlas, no hay que echarlas. Y sin son empresas grandes las que se van, pues serán más puestos de trabajo los que también se destruirán. Las empresas son muy sensibles y el efecto frontera es muy fuerte y se irán a Madrid, dejando también de pagar otros impuestos aquí como el de Sociedades o el IVA… Por no pagar el impuesto de Sucesiones dejarán también de pagar otros impuestos y se irán a otras comunidades. Y esto es algo que, guste o no guste, está ahí. Y la Administración debe evitar esto.

¿El Gobierno regional está errando con esta política tributaria que va a aplicar una vez se aprueben los presupuestos regionales para este año?

En el impuesto de Sucesiones y Donaciones, sí. Es precisamente la Comisión Europea la que está recomendando a los estados miembros que vigilen las penalizaciones a través de los impuestos a las empresas. Y más en un impuesto tan sensible como es el de Sucesiones y Donaciones. Bastantes problemas tiene un hijo que recibe la empresa de su padre que, en tiempos de crisis, tiene que sacarla adelante y que, además, tiene que hacer frente a un impuesto cuya liquidez no tiene. Y si encima le ponemos esa pega va a decir: ‘adiós la empresa’ o ‘me voy a Madrid que es más barato’.

¿Ha tenido oportunidad de hacerle llegar estos miedos al Gobierno regional?

Sí, hemos tenido oportunidad y se lo hemos expresado.

¿Y cuál ha sido su respuesta?

El Gobierno regional, en fin, puede compartir nuestras opiniones pero también tiene que escuchar a su socio de gobierno. También tiene sus propias limitaciones.

¿Cree que Podemos ha influido en ello?

Digamos que todos tienen sus limitaciones.

¿Cuáles son los retos para la empresa familiar en los próximos años?

Hay un reto, la segunda oportunidad para los empresarios. ¿Por qué un banco intervenido puede tener una segunda oportunidad con el dinero de todos y un empresario que quiere salir adelante no? Y cuando va precisamente a un banco que no tiene un pasado muy digno de recordar y le dice el banco que no le da un préstamo o no le ayuda porque el pasado del empresario no ha sido todo lo rentable que debiera de ser... Es un reto que la empresa familiar  tiene. Hay muchas empresas familiares que, al final, cuando han entrado en liquidación, las migajas se las han repartido los procesos concursales. Y resulta que quien más ha pagado por haber llegado a esa situación son los empresarios. Y cuando esos empresarios quieren volver adelante, con sus iniciativas y riesgos, se encuentran, por parte de la Administración y entidades financieras, que no ayudan a que vuelva otra vez. Son empresarios capaces de crear riqueza y empleo y les vendrían muy bien a la sociedad. Pero hay borrón y cuenta nueva para las entidades financieras, pero no para los empresarios que han creado, durante toda su vida, riqueza y puestos de trabajo.

¿Cómo se podría crear esta ley de segunda oportunidad para los empresarios?

Hay que hacer un ejercicio de voluntad. Esto es una oportunidad importante a la que está renunciando la sociedad. Si a un empresario no se le puede acusar de fraude en su anterior gestión, de mala intención en su carrera empresarial y que por circunstancias, muchas veces ajenas a él, se ha visto envuelto en procesos concursales o liquidación de empresas, por qué no. Hay que concienciar del beneficio de echar una mano o, al menos, no penalizar que ya es bastante al empresario ya que puede ser muy rentable para la sociedad. Se ha empleado mucho dinero público para reflotar malas gestiones financieras y de las entidades financieras y, sin embargo, no se ha empleado ni un duro en no penalizar a los empresarios. Hay que mentalizar a quién gobierna de esta pérdida de oportunidades.

¿Cuáles son las previsiones crecimiento para este año? El consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina dijo este pasado jueves en el pleno de las Cortes que acechan nubarrones y que hay que mostrarse cautos con las previsiones de crecimiento. ¿Qué opina?

Yo hablo en representación de una asociación y de un sentir de las empresas familiares. Hay que tener prudencia ante la ausencia de gobierno. La economía no se para porque no haya gobierno, pero si se para o si de echa para atrás cuando hay falta de estabilidad. Y evidentemente la falta de estabilidad se mide por la falta de responsabilidad de los políticos. Además, no sabemos qué va a pasar con la Reforma Laboral, ¿la van a modificar, a retirar?…Eso también hace que crezca la incertidumbre. También la tributación que sube en unas comunidades y en otras no. Además, no se está impulsando la economía, ni se están haciendo gestiones como la que le he comentado antes de la segunda oportunidad. Eso también hace aumentar la incertidumbre. Los inversores se paralizan porque, evidentemente, el dinero es miedoso. Todas estas circunstancias no facilitan que la economía vaya por buen camino.

Castilla-La Mancha cerró 2015 con el doble de déficit del objetivo marcado. ¿Temen recortes o nuevas medidas que puedan afectar al tejido empresarial de la región?

Debemos reclamar la responsabilidad de los políticos. Las empresas se han adaptado a la situación y, nos guste o no, si no hay dinero no hay. Y tenemos que adaptarnos a esa situación. Las empresas no se pueden dar el gusto de gastar más de lo que ganan. Evidentemente nosotros creemos en el Estado del Bienestar y lo defendemos, pero dentro de lo que se puede hacer. Si en nuestras propias casas no gastamos más de lo que ingresamos porque sabemos que nos traerá problemas, la Administración debería aplicarse el mismo cuento. En las empresas no podemos permitirnos pérdidas permanentemente, ni gastar más de lo que ingresamos. ¿Por qué hay que permitirlo en la vida pública?