En Martes Santo el Diario Oficial  publicó la convocatoria de las elecciones autonómicas, una convocatoria que confirma un reparto de escaños que deja a Toledo, Guadalajara y Cuenca como las tres provincias con un número impar de diputados, mientras que Albacete y Ciudad Real se quedan con un número par. El reparto se ha decidido según un cálculo matemático que se incluyó en la última reforma de la Ley Electoral y que se aprobó en verano. Todas las provincias parten de un mínimo de tres escaños y los diputados restantes se van adjudicando según la población. Cuando se planteó este sistema hace algo menos de un año los primeros cálculos apuntaron que Guadalajara, Cuenca y Toledo quedarían como las tres provincias con número impar de diputados, como así ha sido. En concreto, Cuenca y Guadalajara tendrán 5 parlamentarios en las Cortes, Albacete contará con 6, Ciudad Real alcanzará los 8 y Toledo llegará a los 9.

La cuestión en torno a si una provincia es par o impar no es baladí. En un sistema tradicional bipartidista, la llave del resultado la tienen tradicionalmente las provincias impares, pues el partido más votado en esa circunscripción puede conseguir un escaño más que el partido rival con solo sacar un voto de diferencia. Sin embargo, en una provincia par  el partido más votado tiene que sacar una diferencia muy abultada de votos para lograr desempatar. En las pasadas elecciones, por ejemplo, el PP ganó en votos en las provincias de Toledo, Albacete y Cuenca, pero empató en número de escaños con el PSOE al ser tres provincias con número par de escaños.

Estos esquemas funcionan así con un sistema bipartidista tradicional, pero las cosas pueden ser distintas con un panorama cambiante. Una provincia par puede tener la llave si una tercera fuerza consigue los votos suficientes para tener diputados. También una provincia par es clave si se produce un desempate, pues en ese caso el partido más votado saca dos diputados de diferencia con el rival. Así ocurrió en las últimas autonómicas, cuando el PP logró desempatar en Guadalajara, a pesar de ser una provincia par. Esa diferencia le permitió al PPganar las elecciones en 2011.

Además del reparto de escaños, la convocatoria marca el calendario de estas elecciones. Según la Ley Electoral, los partidos tienen 20 días para presentar sus candidaturas. Después de un plazo para corrección de irregularidades, las candidaturas definitivas se publicarán 28 días después de la convocatoria electoral, que salió ayer.

La campaña electoral empezará el viernes 8 de mayo y concluirá 15 días después, a las 00:00 horas del 23 de mayo. También fija el día que se constituirán las nuevas Cortes con los diputados elegidos en las urnas. Será el jueves 18 de junio.

La orden de convocatoria recuerda que «queda prohibido» todo «acto organizado o financiado, directa o indirectamente, por los poderes públicos regionales que contenga alusiones a las realizaciones o los logros obtenidos». Precisamente el PSOE denunció que en el informativo de ayer de la televisión autonómica se emitió «un vídeo institucional del Gobierno sobre los supuestos logros en materia sanitaria del actual Ejecutivo que, además, no hace sino denostar al adversario político». El PSOE anuncia que lo denunciará ante la Junta Electoral.

Millón y medio de castellano-manchegos podrán votar.

Un total de 1.575.743 electores de Castilla-La Mancha podrán votar en las autonómicas del 24 de mayo, 1.549.147 de ellos residentes en la comunidad y los 26.596 restantes residentes en el extranjero, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En cuanto a las elecciones municipales, el número de electores residentes en Castilla-La Mancha es el mismo, 1.549.147 personas, pero el de residentes en el extranjero se reduce a 14.895. Los electores residentes en el extranjero sólo podrán participar en las elecciones si solicitan el voto del 31 de marzo al 25 de abril.