La Guardia Civil ha esclarecido un total de 24 robos cometidos en la provincia de Toledo entre el 29 de enero y los primeros días marzo. Para ello, ha sido necesario realizar un total de tres registros domiciliarios, dos de los cuales han tenido lugar en la localidad de Torrijos, donde se ha detenido a cuatro personas, con edades comprendidas entre los 18 y los 33 años.

La mayoría de los hurtos cometidos en un total de 20 municipios toledanos -algunos aparecen en la lista hasta en tres ocasiones, caso de San Martín de Montalbán- se dieron en establecimientos de hostelería, aunque también se robó en una gasolinera de la localidad de Ontígola.

La Guardia Civil de Ciudad Real ha detenido en total a siete personas e imputado a tres más como presuntas autoras de 56 robos en cinco provincias, desarticulado un grupo organizado muy especializado en este tipo de delitos.

Las investigaciones fueron iniciadas en enero, por el equipo de Policía Judicial de Valdepeñas, a raíz de que fueran detenidos in fraganti, por efectivos de Santa Cruz de Mudela, tres personas cuando robaban en un bar de Las Virtudes, continuando al tenerse sospechas de que formaban parte de un grupo organizado que estaba detrás de una serie de robos cometidos en toda la provincia en establecimientos públicos y viviendas, informa la Benemérita.

Este grupo estaba dividido en dos, compuestos, el primero, por tres o cuatro personas especializadas en cometer robos en establecimientos de Ciudad Real y Albacete; y el segundo formado por cuatro o cinco y que realizaba robos en Toledo, Madrid y Ávila.

Una vez se obtuvieron todas las pruebas incriminatorias suficientes, y fruto de las gestiones realizadas durante toda la operación, los días 12 y 16 de marzo se realizó un dispositivo en varias localidades de Ciudad Real y Toledo, procediéndose al registro de Torrijos, que supuso la detención de D.O.L., F.A.Z,  N.I.G. y M.R.P.

 Tanto en el registro de los domicilios de Torrijos como en el realizado Socuéllamos, en Ciudad Real, los agentes encargados del caso se incautaron una gran cantidad de efectos procedentes de los numerosos robos, algunos de los cuales han sido ya reconocidos por sus legítimos propietarios y que han sido determinantes para la incriminación e imputación de la autoría de los hechos.

Los integrantes se desplazaban días antes o incluso la tarde anterior de cometer un hecho, para supervisar la zona, al objeto de averiguar horarios, trabajadores, entradas y salidas etc. Una vez reconocida la zona y el lugar donde pretendían actuar regresaban en un vehículo tres o cuatro personas, hasta las proximidades del lugar, donde se quedaban tres actuando mientras el conductor escondía el vehículo hasta que terminaban de perpetrar el robo.

Para entrar en los establecimientos utilizaban la fuerza rompiendo ventanas o puertas de acceso e inutilizaban los sistemas de alarma, y una vez en el interior, el objeto principal de robo era el dinero, tabaco y bebidas alcohólicas, ya que era lo que más rápidamente generaban ingresos, así como televisiones y toda clase de material audiovisual existente en las instalaciones.

Ontígola, Ciruelos, San Martín de Montalbán, Argés, Lominchar, Toledo, Cebolla, Villaluenga, Recas, Layos, Ocaña, Añover, Mazarambroz, Sonseca, Huerta de Valdecarábanos, Cazalegas, Villacañas, Quero y Yeles fueron los municipios afectados.