Hollande promete continuar con las reformas pese a la debacle electoral

Agencias
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El presidente galo seguirá con su programa, basado en el ajuste fiscal y la apertura a otros sectores, mientras el primer ministro francés no descarta abrir el Gobierno a los ecologistas

 
 
A pesar del tremendo varapalo sufrido por los socialistas en las elecciones departamentales del pasado domingo, propiciado por el desgaste evidente de un partido gobernante que ha tenido que llevar a cabo serios ajustes para intentar frenar la crisis económica, el presidente francés, François Hollande, se mostró ayer firme en su modelo reformista y prometió que continuará con el proceso de cambios para mejorar las finanzas nacionales.
Los progresistas cedieron 26 de las 61 provincias que gobernaban, lo que reflejó una tendencia a la baja para la formación en el poder, cuyo apoyo ha cedido en favor de la UMP de Nicolas Sarkozy y el Frente Nacional de Marine Le Pen.
Hollande, que entre otras medidas ha impulsado una reforma fiscal y la apertura de determinados sectores profesionales, reiteró su deseo de mantener el mismo rumbo. «Nos ceñiremos a él», ratificó en una visita oficial a Berlín, en la que se reunión con la canciller alemana, Angela Merkel.
Tras los resultados, el premier galo, Manuel Valls, atribuyó el mal dato en las urnas a la división de la izquierda, descartando así la frustración con el Gobierno. Sin embargo, la exministra Cécile Duflot recriminó al Ejecutivo que no aprenda de sus errores y atribuyó el «fracaso» a las políticas emprendidas por Hollande y a la «manera en que ejerce la autoridad».
Precisamente, Valls abrió la puerta a cambios en su equipo a raíz del revés electoral si los ecologistas acceden a entrar de nuevo en el Gabinete.
El dirigente, que ayer cumplió su primer año al frente del Gobierno galo, aseguró que no se ha planteado dimitir. «Cada uno tiene su parte de responsabilidad y yo asumo la mía, aunque me he volcado mucho durante esta campaña», aseguró el primer ministro, para quien se trata de una «responsabilidad colectiva», puesto que «la izquierda estaba tan dividida en la primera vuelta que no podía lanzar una dinámica fuerte en la segunda». Además, también culpó a la fuerte abstención de la debacle de los progresistas.
En cuanto a su posible renuncia, matizó que «no es lo que los franceses esperan, sino que me piden que siga en mi puesto». «No vamos a añadir una crisis a la crisis. Mientras tenga la confianza del presidente y la impresión de que el nexo con los ciudadanos esté ahí, entonces seguiré», agregó.
Además, aseveró haber «deseado siempre» el regreso de los ecologistas al Ejecutivo. «Si consideran que es posible gobernar sobre la línea económica que es la nuestra, sobre las reformas en materia de transición energética que nos disponemos a llevar a cabo y sobre la lucha contra la desigualdad», aclaró.
Por otro lado, la cita de Hollande y Merkel en Berlín estuvo marcada por la tragedia del avión de Germanwings en los Alpes y la problemática en Grecia. A este último respecto, la canciller subrayó que «no hay tiempo que perder» en la resolución de esta crisis y pidió a Atenas que respete los compromisos adquiridos. «Creo que tenemos que seguir trabajando», indicó.