El futuro de la Semana Santa

J. L. M. / Talavera
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El Vía Crucis de los Jóvenes con la imagen del Cristo del Mar puso de manifiesto que el relevo generacional en la celebración de la Semana Santa Talavera está garantizado

La Semana Santa de Talavera está viviendo un momento muy dulce en la actualidad, ya que el respaldo popular que tienen todas aquellas actividades impulsadas por la Junta de Cofradías y por las diferentes hermandades es innegable; el apoyo de las instituciones es evidente, en la medida que las celebraciones religiosas se convierten en un elemento de promoción turística y cultural; y el futuro de tan señaladas conmemoraciones está garantizado, tal y como quedó patente el lunes por la noche en el Vía Crucis de los Jóvenes.

Si la procesión de ‘La Borriquita’ acerca a los más pequeños de la casa a la Semana de Pasión, la noche del Lunes Santo es clave para sumar a la causa a un colectivo complejo por estar en una edad complicada y un tanto rebelde, pero que se muestra muy fiel y comprometido si opta dar un paso hacia adelante en aquello en lo que decide embarcarse. Por este motivo, el hecho de que la ciudad cuente con un recorrido procesional protagonizado por penitentes con una media de edad que fácilmente puede ser inferior a los 18 años, sirve para afrontar los obligados relevos generacionales con mucho más optimismo.

Así, el Lunes Santo fueron muchos los jóvenes que siguieron la marcha del Cristo del Mar por las Calles del Casco, donde los dieciocho cargadores de la imagen más antigua de todas las que procesionan en Talavera -se estima que data del siglo XV- llevaron a cabo un total de quince paradas, las mismas que estaciones de penitencia que tiene la Pasión, y que se pueden ver claramente representadas en los paneles de cerámica repartidos por el recorrido que dio comienzo en la iglesia de Santa María la Mayor y transcurrió por la plaza del Pan, la calle Palenque, Corredera del Cristo, plaza del Reloj, Arco de San Pedro, plaza de Villatoya, calle Gabriel Alonso de Herrera, plaza Arzobispo Tenorio, plaza del Pan nuevamente y, por último, vuelta al templo de La Colegial.

Poco después de las nueve. La procesión arrancó minutos después de las nueve de la noche, aunque en el interior de Santa María la Mayor los preparativos comenzaron mucho antes. Había que cuidar hasta el más mínimo detalle para que el paso del Cristo del Mar, que durante el resto del año descansa en la capilla que los Ruiz de Luna tienen en La Colegial, saliera a la calle ofreciendo su mejor estampa.

De esta forma, la talla de estilo tardogótico de Jesús en la Cruz, restaurada en hace ya cuatro años por Javier Ruilópez García, se presentó ante los fieles que esperaban en la calle impoluta, situada encima de un manto de claveles de color rojo y aposentada en una pieza de madera adornada con detalles cerámicos, que en su día pertenecieron a la Cruz de los Alfareros. Además, y como ya se pudo ver el Domingo de Ramos en la procesión de ‘La Borriquita’, la imagen de la marcha de Lunes Santo contó con un crespón negro situado en el extremo delantero izquierdo.

A diferencia de lo que ocurre en estas procesiones, en el Vía Crucis de los Jóvenes la música tiene un papel preponderante. Los participantes en la marcha mantuvieron un riguroso y respetuoso silencio, pero sus pasos contaron con un acompañamiento musical a cargo de un grupo de chicos y chicas que cubrieron el recorrido en el interior de una furgoneta. El vehículo, equipado con unos altavoces colocados justo en el techo, hizo las veces de escenario para los jóvenes músicos, que interpretaron diferentes himnos religiosos desde su interior y sentados en los asientos traseros. Al mismo tiempo, entre estación y estación de Penitencia se sucedieron los rezos y las oraciones.

El futuro. La imagen del Cristo del Mar se encuentra bajo la tutela de la Junta de Cofradías, aunque todo apunta que muy pronto tendrá cofradía propia. De hecho, ya se han dado los primeros pasos para crear la que se denominaría Hermandad de los Estudiantes, en la que quedarían encuadrados los participantes en el Vía Crucis de los Jóvenes.

Los portadores de la talla en la marcha del Lunes Santo fueron algunos de los que integrarán la referida cofradía.