Cada vez son mayores las cifras que reflejan los delitos llevados a cabo por Internet. Estafas, extorsiones, amenazas e incluso incumplimientos de prohibición de comunicación se realizan desde el otro lado de la pantalla. Y concretamente, en los últimos tiempos todos estos delitos han encontrado un nuevo escenario. Las redes sociales. Ese lugar donde la persona se registra para compartir contenido o chatear con amigos, parece cada vez más peligroso ante los delincuentes, los que ven un lugar idóneo para engañar o pasar desapercibidos con cuentas falsas. Y es que según las estadísticas más recientes, el 81% de los delitos realizados en Internet son a través de las redes sociales. Sobre este tema, en el Colegio de Abogados de Toledo, se ha producido una conferencia sobre los nuevos retos o desafíos que plantea la comisión de delitos en estos escenarios digitales. En ella, ha estado como invitada Escarlata Gutiérrez, fiscal de Ciudad Real y especialista en criminalidad informática.
Durante la charla realizada en el centro toledano, se han puesto varios asuntos encima de la mesa como la implantación de las redes sociales en España, su uso y definición, el derecho a la intimidad, la prohibición de comunicación, u otros conceptos como el stalking, de traducción al español como acecho, se considera como un tipo de acoso que molesta a la víctima desde las redes sociales. Todos ellos guiados también por casos prácticos. Ante este tipo de delitos cibernéticos, Escarlata Gutiérrez recomienda tener en cuenta la evidencia digital, aquello que sirva como prueba para mostrársela al juez, y si es posible, con ayuda de terceros de confianza dentro del caso o jurisprudencia.
Actualmente, coge importancia la formación de los menores antes de iniciar su camino en redes sociales, algo que muchas familias ignoran y podría obtener un resultado fatal. Escarlata Gutiérrez respondió ante este asunto que “hay que educar bien a los menores en redes sociales, porque lo que ellos piensen que se lo envían a una persona, quizás más tarde, pueda tener una difusión mayor”. Toda precaución es poca, y en algunas ciudades como Córdoba, el 5% de los delitos se producen en Internet.