El Real Colegio de Doncellas Nobles se podrá visitar a partir del 1 de marzo por iniciativa del Arzobispado de Toledo. Las visitas, todos los días de la semana, se gestionarán a través de la pulsera turística ‘Toledo Monumental’ que ya incluye el monasterio de San Juan de los Reyes, la Iglesia del Salvador, la ermita y antigua mezquita del Cristo de la Luz, Santa María la Blanca y el cuadro del Greco ‘El entierro del señor de Orgaz’ en la Iglesia de Santo Tomé.
La potestad del templo de Doncellas Nobles responde al copatronato entre Su Majestad el Rey, es decir, Patrimonio Nacional, y el arzobispo de Toledo. Así es desde el siglo XVI por disposición testamentaria de su fundador, el cardenal Juan Martínez Silíceo, enterrado en esta fundación.
La iglesia lleva décadas cerrada al culto público, a excepción de las celebraciones puntuales y extraordinarias y los momentos de oración de las consagradas del Instituto Secular de las Cruzadas de Santa María que dirigen en estas mismas dependencias la residencia universitaria ‘Nuestra Señora de los Remedios’.
La apertura de este monumento, anunciada ayer por La Tribuna, llega tras varios meses de conversaciones y negociaciones entre el Arzobispado y Patrimonio Nacional, siendo una apuesta más por la cultura, el arte, y en definitiva, por el patrimonio hasta ahora desconocido para una amplia mayoría de los toledanos, que podrán acceder de manera gratuita al Real Colegio de Doncellas Nobles todos los días de la semana.
Este espacio, como los otros seis monumentos de la pulsera turística, cuenta desde ayer con página de Facebook en la que el Arzobispado incorporará en los próximos días los horarios de apertura, la historia y las actividades de promoción previstas para dar a conocer este conjunto en el que trabajaron, por ejemplo, el arquitecto Hernán González y más tarde Ventura Rodríguez, ya con el cardenal Lorenzana.
Declarado Bien de Interés Cultural en 1996, la Iglesia o capilla del edificio ocupa el lugar del antiguo salón principal. Consta de una nave cubierta con bóvedas de cañón y destaca el sepulcro del cardenal Silíceo, obra de Ricardo Bellver en 1890. La conservación del templo, como comprobó ayer este diario, es magnífica.
Una visita a tres espacios
La visita organizada por el Arzobispado al Real Colegio de Doncellas Nobles comenzará en la puerta principal del templo, bajo el antiguo relieve labrado por Juan Bautista Vázquez el Viejo (1510-1588). En la iglesia se podrán admirar las pinturas y los retablos, así como la reja de forja artística que a modo conventual separa la nave de la zona de ‘clausura’.
Asimismo, el visitante tendrá acceso al patio adintelado con columnas de granito y a uno de los dos salones alargados que se sitúan en los lados opuestos del patio que cuenta con unas amplias escaleras de paso al piso superior, hoy residencia universitaria.
El salón que incluye la visita se conoce como la Sala Rectoral. Decorada con toda riqueza, con telas y terciopelos rojos, doseles bordados y dos grandes tapices, está presidida por un gran lienzo del cardenal Silíceo. Todo un conjunto patrimonial que La Tribuna abordará en profundidad el próximo fin de semana.