La Agencia del Agua de China se interesa por el sistema de depuración local

Jorge Fraguas / Toledo
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El mecanismo, a base de biofiltros para eliminar el arsénico del agua, es el único que se encuentra operativo en un municipio de España

La Agencia del Agua de China se interesa por el sistema de depuración local - Foto: LT

Un total de nueve cargos de la Agencia Estatal del Agua de China visitarán Villamiel para conocer el funcionamiento de su depuradora, provista por una empresa catalana, que permite eliminar el arsénico del agua. Se trata de una instalación que, según el alcalde, Fernando Jiménez, sólo funciona en el municipio toledano dentro de todo el conjunto nacional, con la única salvedad de una urbanización de Barcelona.

Jiménez explicó a este diario que la empresa a la que compraron la potabilizadora pretende abrir mercado en China, donde, agregó, hay bastantes zonas que cuentan con el problema del arsénico en el agua para consumir, lo cual justifica la visita, que comenzará con una recepción en el Ayuntamiento y concluirá con la visita a la depuradora.

El regidor comentó que el problema del exceso de arsénico se ha dado también en otros municipios de la zona, aunque éstos optaron por integrarse en el sistema de Picadas, mientras que el Ayuntamiento de Villamiel decidió en su día -hace aproximadamente un lustro- invertir en este sistema y no acogerse a Picadas, ya que, echando cuentas, advirtieron que era más asequible, no en vano la compra no superó los 60.000 euros y el mecanismo que permite la eliminación del arsénico tiene una vida de 20 años.

En este sentido, agregó que el Consistorio procede mensualmente a realizar un análisis de la calidad del agua, a los que hay que sumar los dos que se realizan desde el Gobierno regional. Desde que se instaló el sistema, estos análisis siempre han dado que el líquido elemento, procedente de los propios pozos de Villamiel, es apto para su consumo.

«Es una cosa curiosa que vengan desde China a ver la depuradora de Villamiel», apuntó Jiménez, que se reafirmó en la decisión adoptada por la anterior corporación de instalar este sistema en lugar de acogerse a Picadas, con el consiguiente ahorro. «Esto demuestra que no estábamos locos cuando hace unos años no nos acogimos a Picadas», manifestó.

Su funcionamiento. El mecanismo de la empresa catalana pasa por  un sistema de biofiltros. Consiste en pasar el agua con arsénico con un depósito en el que se inyectan corrientes de aire con bombas. Este proceso potencia la acción de bacterias que cambian la valencia del arsénico, convirtiéndolo en un material que puede luego separarse del líquido tras hacerlo pasar por filtros de arcilla expandida. Una tecnología que, además, es ecológica, porque se basa en procesos enteramente mecánicos, sin productos químicos.