La Reina de los Regantes

L. Morán
-

Miles de talaveranos arroparon la noche del viernes a la imagen de María Santísima de la Paz en su traslado procesional desde la iglesia de las Madres Bernardas hasta el templo de La Colegial.

Un momento de la procesión de la Virgen de la Paz, que comenzó en la iglesia de las Madres Bernardas y culminó en La Colegial. - Foto: Peña

La plaza de San Pedro volvió a ser un año más punto de encuentro de numerosos fieles que quisieron arropar a la Virgen de la Paz en el traslado de la imagen hasta el templo de La Colegial en el Viernes de Dolores. Tanto en este espacio como en el resto de calles del recorrido procesional se congregaron miles de talaveranos que siguieron con atención los pasos de los cofrades de la Hermandad de los Regantes y mostraron su devoción por María Santísima de la Paz.

Su traslado coincidió en día con el de las imágenes de la Hermandad del Santo Sepulcro y de la Virgen de la Soledad, que se detuvieron ante la puerta de la iglesia de las Madres Bernardas, en cuyo interior estaba la Virgen de la Paz, para hacer el tradicional saludo e intercambio de flores. Una vez hecho, los integrantes de esta Hermandad prosiguieron su camino hasta la iglesia de San Jerónimo, de donde saldrán las imágenes en procesión el Viernes Santo.

La puerta del templo de las monjas Bernardas se cerró después, para después abrirse de nuevo tras la llamada del hermano mayor, Carlos Fernández, y dar comienzo la procesión. Eran las once de la noche cuando los costaleros, arrodillados, conseguían que la imagen de la Virgen de la Paz saliera, acompañada de una suelta de palomas, del Himno de España a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores ‘Nuestro Padre Jesús Nazareno’, y de los vivas y aplausos de los que se agolparon para presenciar una de las salidas procesionales más atractivas de la Semana Santa talaverana.

A ella acudía por vez primera Iker Mayoral, el segundo integrante más joven de la Cofradía de los Regantes, con 14 meses de edad, al que tan sólo supera en juventud su primo de tan sólo 5 meses, y que lucía la vestimenta propia de estos cofrades.

Además de los miembros de los Regantes, en la procesión participó una representación de la Hermandad del Cristo de la Cruz de El Real de San Vicente, que acompañó en su camino hasta La Colegial a la Virgen de la Paz.

Uno de los momentos más esperados fue la reverencia de la Virgen al Cristo de la Corredera, gesto que despertó el aplauso de quienes se decantaron por seguir la procesión en este punto del recorrido, a lo largo del cual se regalaron varias saetas a la Virgen de la Paz.