Óscar Engonga es uno de los jugadores con más talento que ha pisado el Salto del Caballo vestido de verde. Para muchos, una leyenda a la que sólo le faltó mentalizarse para triunfar en el fútbol y que fue protagonista de los inicios de la era dorada del CD Toledo. Ahora su hijo Igor se está encargando de seguir sus pasos, pero la afición capitalina se quedará sin ver al vástago del genio por culpa del denominado ‘virus FIFA’.
Y es que el joven centrocampista forma parte de la plantilla del Portugalete, que se medirá a los toledanos este domingo en el Salto del Caballo a partir de las 19:00 horas. Sin embargo, la llamada de su Selección, Guinea Ecuatorial, evitará que un Engonga vuelva a pisar el césped capitalino.
El mediocentro de los portugalujos se encuentra ya en plena expedición de los ecuatoguineanos para afrontar un encuentro valedero para la Copa de África ante el combinado de Sudán. El choque se celebrará el viernes y no llegará a tiempo para jugar el encuentro liguero de los vascos ante los toledanos, entre otras cosas, porque el martes deberá estar con su Selección en un envite amistoso contra la de Kenia.
Dos compromisos internacionales que privarán al Salto del Caballo de ver al hijo del fue uno de sus ídolos a comienzos de los años 90. Una mala o buena noticia, según se mire, porque el joven centrocampista de los vascos es una de sus piezas más importantes. Al menos, así ha quedado refrendado en este inicio de temporada.
Igor Engonga ha partido como titular en los dos encuentros ligueros que ha disputado su equipo en Segunda B. En el estreno contra el Sestao River, jugó los 90 minutos, mientras que frente al Arenas fue sustituido en el 74, precisamente por un exjugador del CD Toledo, Valín. Goza, por tanto, de la total confianza de Ezequiel Loza para la medular, a pesar de que cuenta sólo con veinte años.
El padre. Óscar Engonga es uno de los futbolistas cuyo recuerdo todavía permanece en la memoria de los seguidores del Salto del Caballo. Y eso que sólo estuvo en el CD Toledo una temporada y media, las de los históricos ascensos consecutivos a Segunda B y Segunda A. En su último partido, el de promoción ante el Jaén, marcó uno de los tres goles de los verdes.
Engonga, el padre, no sólo destacó por su calidad sobre el césped. También por su vida fuera de los terrenos de juego, que le acarreó alguna multa de la entidad. Pecados de un genio que ahora tiene a un notable sucesor en Igor.