Parece mentira, pero la polémica por el gran mural del Quijote de Quintanar de la Orden (conocido como Quijoteflauta por sus críticos o Quijote indignado por sus defensores) va dejando algunos réditos para la cabecera de La Mancha toledana. El fundamental, que se ha hecho un hueco entre 26 ciudades de todo el mundo consideradas como referencia en el arte urbano gracias a murales o grafitis cada vez más reconocidos en el terreno de la Cultura contemporánea.
La inclusión de Quintanar como única localidad española en esta clasificación, junto a grandes urbes como Berlín, Los Ángeles, Río de Janeiro, Lisboa o Bangkok, no aparece en una reseña de una página web cualquiera. Figura en un artículo del diario digital norteamericano Huffington Post, uno de los medios más influyentes en la red en el ámbito global. Sirva de referencia que este sitio web, según el índice Alexa, se encuentra entre los 100 de cualquier tipo más leidos en el mundo, y entre los 25 si nos circunscribimos al país de las barras y las estrellas. En resumen, la cabecera manchega ha recibido una publicidad de valor incalculable con su inclusión en este listado.
El artículo recoge la creciente valoración del arte callejero por el público y se orienta de un modo turístico, con la llegada del verano y «las oportunidades de viaje en el horizonte», para ofrecer «una guía de las principales ciudades de todo el mundo que demuestran que el arte callejero es de hecho una cosa para ser reconocida», según escribe su autora, Khaterine Brooks.
Un conjunto de gran altura.
En la reseña se ofrece una imagen de la que ya es la representación pictórica más grande del mundo del Caballero de la Triste Figura, obra del artista chileno Inti Castro. Aunque no hay que olvidar que el acuda a Quintanar puede contemplar otros grandes murales, como la Dulcinea de la artista argentina Milu Correch o el ‘Cruce de Caminos’ del almagreño Antonio Laguna, un homenaje a la antigua tradición arriera de Quintanar. Todas estas obras, promovidas por el colectivo Culm con la colaboración (hasta la llegada de la polémica con el Quijote) del Ayuntamiento, han servido para cambiar la fea imagen dejada por edificios de gran altura en el casco histórico de la localidad.
La controversia a cuenta de los símbolos reflejados en el peculiar Quijote embozado de Inti (que tuvo que suprimir las referencias al movimiento 15-M en su obra para reducir reticencias) ha contribuido a que ésta se haya difundido enormemente en las redes sociales, con la discusión entre partidarios y detractores sobre su sentido, hasta llegar a los medios de comunicación internacionales. Mientras el ‘Gran Quijote’ espera para ganarse la aceptación de todos los quintanareños, que tanto le costó lograr a la Torre Eiffel entre los vecinos de París, puede verse que lo que importa para el conocimiento de cualquier obra humana es que hablen de ella. Aunque sea para bien.