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¿Es posible poner en marcha las turbinas de las centrales hidroeléctricas del Tajo que hay en Toledo, actualmente inutilizadas, para producir electricidad? La posibilidad está ahí, ya que hay colectivos interesados en ello, pero el camino es largo. En una central hidroeléctrica se utiliza energía hidráulica (del agua) para generar energía eléctrica. Son la evolución de los antiguos molinos que aprovechaban la corriente de los ríos para mover una rueda. En la capital regional hay varias (Buenavista, Azumel, El Ángel...) sin aprovechar desde hace años y que podrían servir para la producción de energía ‘limpia’.

La central hidroeléctrica de Buenavista es una de las que se podría recuperar - Foto: Yolanda Lancha La cooperativa de fuentes renovables ‘Son Energia’ (somos energía en catalán) lleva un tiempo estudiando la posibilidad de hacerlo y aprovechó una visita la semana pasada a Toledo (invitados por Izquierda Unida para ofrecer una charla sobre cómo reducir los recibos de la luz) para visitar el estado de varias centrales hidroeléctricas del Tajo en la ciudad con el objetivo de iniciar más tarde un estudio de viabilidad económico del proyecto.

Uno de los integrantes del colectivo, Juan José Fuenteteja, explica tras su visita a Toledo que ‘Som Energia’ ha iniciado un proceso en el que primero habrá que ver los aforos de cada una de las centrales, es decir, el caudal del río y la altura del mismo a su paso, algo fundamental a la hora de hacer números y ver si el proyecto sería rentable.

Fuenteteja añade que es la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) la que tiene estos documentos y que el colectivo ya ha empezado sus consultas.

La clave está en estudiar cuánto agua tiene el Tajo cada día y su altura, ya que estos son los criterios que se utilizan para realizar los análisis de viabilidad económica. «Las turbinas necesitan unos determinados niveles de agua para poder funcionar, sin ellos es imposible», detalla. Y es que, la producción eléctrica final también depende de ambas cosas.

Explica que, además de estos informes, el colectivo debe calcular los costes de rehabilitación de las centrales, que presentan un estado de absoluto abandono en la mayoría de los casos.

Tras la visita sobre el terreno, los miembros de ‘Som Energia’ se percataron de que casi todas carecen de cubierta, cuentan con agujeros en el hormigón, además de tener la maquinaria obsoleta, por lo que la inversión para renovar las instalaciones se convierte en otros de los ‘problemas’ para la puesta en marcha del proyecto.

Por tanto, primero sería necesario analizar el caudal y la altura del río para ver qué posibilidades de producción energética existen, además habría que calcular los costes de restauración de los edificios y, una vez que las cuentas cuadrasen, solicitar a la CHT la concesión de las centrales, al ser la propietaria de las mismas, y esperar una respuesta.

Fuenteteja añade que la viabilidad económica del proyecto no asegura el ‘ok’ de la Confederación. «Hay que esperar el sí definitivo aunque las cifras fueran buenas», puntualiza.

El representante de ‘Som Energia’ calcula que, como mínimo, se necesitarían dos años para convertir en realidad lo que «ahora mismo ni siquiera es un proyecto sobre papel sino una idea».

En cualquier caso, explica que en Toledo hay actualmente dos centrales hidroeléctricas en funcionamiento. «Si empresas privadas han decidido ponerlas en marcha es que consiguen al menos una rentabilidad del 10 por ciento. Nosotros nos conformaríamos con un 7 o un 8 por ciento», concreta.

Es cuestión de tiempo y de números pero el objetivo de ‘Son Energia’ es convertir su ilusión en una realidad. Y es que, hay que recordar que a principios de agosto conocimos que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) inició la reactivación de tres centrales hidroeléctricas en Sevilla, Córdoba y Jaén, que se encontraban «totalmente inutilizadas» por diversos motivos desde el año 2010 con un presupuesto de más de 723.000 euros.