«Me equivoqué». Estas dos palabras pronunciadas ayer por el alcalde de Toledo ante el Pleno del Ayuntamiento no le sirvieron para desactivar la moción presentada por el PP para reprobarle «públicamente por su actitud machista». La propuesta salió adelante con los votos de IU que ofreció su respaldo a cambio de incluir en el listado de culpables a los alcaldes de Málaga, Madrid, Valladolid y al exministro Cañete, entre otros. Cada uno de estos cargos políticos tiene en su currículum alguna frase que atenta contra las mujeres, así que ya pesa sobre ellos la condena del parlamento toledano.
La moción fue defendida por la portavoz del PP, Claudia Alonso, que, en resumen, vino a decir que la referencia de García-Page a las ‘chachas’ y a la labor de pasar la aspiradora como arma política con la que criticar a la presidenta regional le resulta ofensiva para todas las mujeres.
Emiliano García-Page tomó la palabra al finalizar el debate. «Usted miente», reprocha a Alonso porque no sale en defensa del alcalde cuando este se siente «insultado» por los medios de comunicación. También porque asegura que ya pidió disculpas en su momento y no se le tiene en cuenta. «Y lo vuelvo a hacer», reitera.
Pero García-Page devuelve la crítica y pregunta a Alonso qué debe él entender cuando la portavoz del PP ha dicho públicamente «que debía comportarme como un hombre con la señora Cospedal». El alcalde asegura que también se siente ofendido y que tan machista es este comentario como todos los reprobados ayer.
A pesar de todo vuelve sobre sus pasos e insiste en que lamenta «más que nadie» su comentario, en este caso porque considera que el ruido creado alrededor ha sido una muralla que ha desviado la atención de los recortes «permanentes» en materia de igualdad que ha ejecutado el Gobierno regional. «Hay que tener dignidad, usted está mintiendo al no reconocer que pedí disculpas, concluye el alcalde.
Tocaba ir a la votación y el portavoz socialista, Rafael Perezagua, estuvo a punto de deshacer el acuerdo PP-IU cuando pidió la formulación del texto definitivo de la moción. Nadie del PP había tomado nota, Aurelio San Emeterio se negaba a hacerles el trabajo y tuvo que ser Arturo García Tizón el que retomó el control con el listado de cargos públicos reprobados que finalmente obtuvo la mayoría.
Igualdad. El debate anterior también dio de sí para que tanto el PSOE como IU criticasen la política de igualdad de la Junta. Al fin y al cabo la moción se titulaba «de apoyo a la igualdad». Ana Saavedra, concejal de Bienestar, hizo un repaso a las decisiones del Ejecutivo que obstaculizan que la mujer se sitúe al nivel de los hombres.
Desde el despido de profesoras embarazadas, los recortes en la ley de Dependencia, las ayudas para guardería o las de comedores escolares. La reducción de fondos para luchar contra la violencia de género, la reforma laboral, la nueva ley de educación o las restricciones de la sanidad.
Aurelio San Emeterio, por Izquierda Unida, ya había explorado esa línea antes advirtiendo que el retraso en la edad de jubilación, la bajada de las pensiones, el cierre de casas de acogida y centros de la mujer también son medidas que van a en contra de la igualdad.