Tiene el completo rechazo vecinal por su alto coste de implantación y mantenimiento, y la crisis económica parecía haber convencido a PP y PSOE de que el tranvía en Toledo era inviable. Sin embargo, el Ayuntamiento no se ha olvidado de esta infraestructura, y el III Plan de Transporte lo establece como una de las medidas que «supondrán una mejora sustancial del sistema de transporte y que deben tenerse muy en cuenta a la hora de emprender la reordenación del sistema de transporte público urbano».
El estudio establece que este modelo experimentará cambios profundos debido a la puesta en marcha de infraestructuras y servicios que se han ido desarrollando a lo largo de los últimos años, algunos de los cuales están a punto de ponerse en marcha. Pero eso será a largo plazo. En un primer momento, el III Plan de Transporte propone subir el precio del billete y adecuar la oferta a la demanda, para en segundo lugar sacar algunas cabeceras de Zocodover y cambiar ligeramente algunos recorridos cuando esté listo el remonte mecánico. Será sólo a largo plazo cuando el transporte urbano tendrá que adecuarse a las nuevas infraestructuras y servicios. Sin embargo, el estudio aquí no adelanta más que habrá que aumentar los autobuses al Polígono cuando esté concluido el nuevo hospital.
Principalmente, el Plan de Transporte establece que los autobuses se tendrán que adaptar al nuevo hospital general en el Polígono, los nuevos puentes sobre el río Tajo en la Vega Alta, la Ronda Suroeste, el desarrollo de la red de centros sociales y sanitarios básicos así como los planes de peatonalización en el Casco histórico.
Para hacerlo así, pone sobre la mesa varias medidas que entiende que supondrán una mejora sustancial del sistema. La primera es la puesta en marcha del Área Metropolitana de Transporte Interurbano (el denominado Plan Astra). También alude al mencionado remonte de Safont, y su intercambiador de transporte. Finalmente, hace referencia al futuro tranvía entre Polígono y Safont, que a su vez se conectará con el intercambiador, la estación de autobuses interurbana y los remontes de Safont y el Miradero.
Objetivos. Entre los objetivos a medio plazo del Plan de Transporte destacan la progresiva desaparición de los grandes autobuses del Casco gracias al remonte y un mejor servicio interno. Será a largo plazo cuando se adapte el servicio a las nuevas infraestructuras, sobre todo el hospital del Polígono.
Al tiempo que se retiran algunas líneas de Zocodover, se mejorarán los niveles de accesibilidad al Casco con nuevos servicios de microbuses, más versátiles que los vehículos disponibles en la red urbana actual de la ciudad, que permitirán un recorrido por el interior histórico.
Además, el modelo de transporte tendrá que canalizar la demanda atraída por el futuro hospital hacia el transporte público en base a la mejora de la oferta existente entre el Polígono y el resto de la ciudad y potenciando el Astra, que tratará de ofrecer un sistema ágil y competitivo a los usuarios del hospital en los municipios cercanos.
Además, el Plan de Transporte también prevé el futuro crecimiento de la ciudad, y los viales que prevé el POM. En primer lugar, tiene en cuenta el posible desarrollo de las vegas del río por Azucaica, Huerta del Rey, Ramabujas, Pinedo, Valdecubas y La Alberquilla. Esto traerá consigo un nuevo eje viario desde Azarquiel al otro lado del ferrocarril para evitar el paseo de la Rosa, una nueva conexión desde el Salto del Caballo y una nueva carretera norte, que cruzará el río para acceder a la carretera de Mocejón y el tramo final de la autopista Madrid-Toledo.
En lo que a la ampliación de Buenavista y el PAU de La Peraleda se refiere, tiene en cuenta todavía el nuevo puente previsto sobre el Tajo, cuya construcción se ha cancelado, así como la conexión hacia el norte mediante la prolongación de la circunvalación.