«La poesía está en la calle pero no se consume»

J. Guayerbas
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Mónica Gabriel y Galán Hernández, madrileña de 1966 y poeta, se encuentra en un momento feliz de su trayectoria profesional con el que es su primer poemario individual.

La poeta, ayer, en Hojablanca. - Foto: Yolanda Lancha

Bisnieta del poeta José María Gabriel y Galán y sobrina de José Antonio Gabriel y Galán, Mónica Gabriel y Galán Hernández presentaba ayer en la librería Hojablanca, en pleno Casco Histórico, su primera obra individual, en poemario con un guiño a Pablo Neruda en cuanto el título. ‘Treinta poemas de amor sin una canción desesperada’ recoge versos creados desde un sentimiento estético y musical marcado por la cadencia y el ritmo.

A través de 30 piezas, la poeta refleja la relación que mantiene con sus dos pasiones, la música y la escritura, aficiones que heredó de la biblioteca de su padre y de las sinfonías que su madre interpretaba al piano. Mónica conoce Toledo, y aquí vivió durante un año y medio. Ayer regresaba con versos a un espacio que aún apuesta y cree en la literatura, y en definitiva, en la cultura, la librería Hojablanca.

Primer poemario individual, ¿cómo ha llegado hasta aquí?

Sí, es el primer poemario individual aunque he publicado en diferentes editoriales. Tengo poemas en antologías, de hecho ahora mismo el mes que viene va a salir una antología de aforismos en la que he participado que lo presenta la Universidad de Sevilla, y ahí estaremos. He publicado en revistas, periódicos y diversos medios digitales. Siempre he ido poniendo mis poesías, pero sí, este es mi primer libro en solitario.

¿Qué recorre en esta obra?

Guau... ¡menuda pregunta! Qué se puede recorrer con la poesía... pues todo tipo de emociones, de sensaciones, de vivencias, años de esfuerzo, codos, aprendizaje y hojas en blanco, rabia, también satisfacciones y sobre todo belleza, el recorrido de la vida.

El poema es música y la música es poesía. ¿Cómo se identifica con el verso y la música?

Mi padre es un gran lector, también es escritor, en mi familia paterna todo el mundo escribe, y mi madre es pianista y profesora de piano. Desde pequeña en casa el piano y la música nos han acompañado y han estado muy presente. Estudié música, canto, piano y cuando fui adolescente me metí en un grupo pop ‘Objetivo Birmania’ y entonces la música clásica y la pop han estado presentes en mi vida y ese oído musical quieras o no al componer un verso me sale ese ritmo. Uno escribe de lo que sabe y ha vivido, mi libro está lleno de referencias musicales, guiños musicales, porque la música ha estado muy presente en mi vida y considera que poesía y música tienen mucho que ver. Al fin y al cabo son dos artes ligadas, con ritmo.

En la actualidad, ¿se lee y consume poesía? ¿hay creación puntera de versos?

Hay muchísima poesía y la poesía está en la calle y eso es divino. Lo que pasa es que no se consume, en general no se consume literatura, nada más que los dos o tres libros ‘best sellers’ y ya está, pero poesía hay y hay ganas de hacer. La gente está haciendo cosas maravillosas, muy rompedoras, muy modernas, muy clásicas y bellas también, todo tipo de estilos. Hay poesía y menos mal que hay.