CUENCA FUE SUFICIENTE PARA 007

Luis J. Gómez / TOLEDO
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Bond cumple 50 años en el cine y le ha dado tiempo de sobra para grabar en casi todas partes del mundo, también en los Callejones de Las Majadas, en plena Serranía conquense. Resolí mezclado, no agitado.

Pierce Brosnan y Sophie Marceau en la escena que grabaron en los Callejones de Las Majadas, simulando estar en Azerbaiyán. - Foto: Getty Images

La bella y rica Elektra King ha conseguido apaciguar una revuelta aldeana al impedir que el oleoducto que su empresa está construyendo no destruya un templo horadado en la roca. Sus ojos se fijan entonces en un gentleman inglés, perfectamente trajeado y peinado, a pesar de haber llegado conduciendo su BMW a través de un campo petrolero. «Le vi en el funeral de mi padre», le saluda la chica. «Sí, lo siento», responde el caballero. Elektra King le sostiene la mirada:«M me dijo que enviaría a una persona, señor..». «Bond», contesta él, «James Bond».

La escena corresponde a la película ‘El mundo nunca es suficiente’ y se desarrolla en un impactante paraje de rocas y pinos que se supone que es Azerbaiyán. Pero realmente los actores estaban rodando en Cuenca, en concreto, en el paraje de Los Callejones de Las Majadas. La Serranía conquense, se ganó así un hueco entre los cientos de lugares en los que ha rodado James Bond después de 50 años en la gran pantalla. El aniversario lo ha celebrado con el reciente estreno de Skyfall.

Antonio Usero, dueño del hotel restaurante Los Callejones, suele sorprender a los turistas con sus platos y también revelándoles que Bond  tuvo licencia para rodar en los Callejones en 1999.  «Había más de 500 personas trabajando de figurantes, fueron casi cerca de diez o quince días, con todos los trailers y camiones que trajeron, con un montaje de miedo... todo para tres minutos o menos», comenta.

En concreto, la escena completa apenas pasaba de los cuatro minutos, pero era muy compleja. Necesita una revuelta de aldeanos, una supuesta tala de árboles, un grupo importante de trabajadores construyendo un oleoducto y un helicóptero aterrizando al lado de unas formaciones rocosas moldeadas por la erosión. Es un paisaje único en España -y según los productores de James Bond, parece que también único en el mundo. A las rocas no hubo que disfrazarlas, pero sí a los figurantes conquenses para parecer azerbaiyanos. «Les ponían pañuelos, ropa vieja como aquí en los años 50», apunta Usero.

El rodaje de ‘El mundo nunca es suficiente’ trajo a Las Majadas a Pierce Brosnan, que ya interpretaba por tercera vez al personaje de Ian Fleming, y a la chica Bond de la película, Sophie Marceau. Según el dueño del Hostal Los Callejones, el recibimiento que dieron los conquenses a 007 fue menos agobiante que el que dieron los bilbaínos, donde acababa de grabar las primeras secuencias de la película. «Lo que le extrañaba es que la gente de Las Majadas no se acercaban a él ni mucho menos y a él le gustaba eso, que tenía que ser él quien se acerara a la gente», comenta Usero. «Fue muy distinto a lo de Bilbao, que ahí tuvieron que tener seguridad porque la gente se lo tragaba», apostilla, «aquí fue al revés, somos más parados». Recuerda además con especial cariño que a quien primero besó Bond, James, Bond,  fue a su madre.

Brosnan ha sido hasta la fecha el único 007 para el que España ha sido suficiente. Además de  en Bilbao y Cuenca, también rodó en la misma película en el desértico paraje de Las Bárdenas Reales, en Navarra (Simulaba ser Kazajistán). Para su siguiente aventura, ‘Muere otro día’, Brosnan grabó en Cádiz, donde se recreó el Malecón de La Habana. Antes, la magia del cine había jugado en contra de España. En ‘Sólo para tus ojos’, de la etapa de Roger Moore, las escenas españolas se rodaron en la ciudad griega de Corfú.

Aunque lejos de lugares emblemáticos de sus aventuras, como Venecia y Estambul, los Callejones de Cuenca ya tienen un hueco inmortalizado en blogs y sitios web devotos de James Bond. En la película sale como Azerbaiyán, pero al final de los créditos, los productores dieron las gracias por su «cooperación» al alcalde y los vecinos de Las Majadas. Los conquenses supieron estar al servicio de su Majestad.