Carlos Velázquez, el tercero en discordia

F. Rodríguez
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Su nombre comienza a sonar con fuerza entre los afiliados al PP de la ciudad como candidato a la alcaldía frente a las opciones de Jesús Labrador y Claudia Alonso. Algunos miran de reojo a Génova pidiendo un proceso de primarias

Antes de que acabe el año, a más tardar comienzos del mes de enero, el Partido Popular tiene que tener fijado quiénes van a ser sus candidatos a las alcaldías de las capitales de provincia en Castilla-La Mancha.

En la mañana de ayer, durante una visita a Guadalajara, el propio presidente de los ‘populares’ castellano-manchegos, Paco Núñez, se encargó de confirmar los tiempos, a la vez que recalcó una fecha tope en el calendario, ya que para la Convención que hará el PP el 18 o 19 de enero en Madrid tienen que estar decididos todos los nombres.

El tiempo corre, y la situación no está clara en Toledo. En la capital regional llevan sonando nombres desde hace mucho tiempo. La lógica dicta que el actual portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento, Jesús Labrador, debería culminar el proceso de oposición de los últimos cuatro años con su candidatura, pero desde hace más de un año no han dejado de rumorearse nombres que le apartaban del número uno de la lista.

Esos rumores, con encuestas internas incluidas, siempre han contado con Claudia Alonso como la principal competencia de Labrador. La llegada de Paco Núñez a la dirección regional del partido ha fortalecido su opción en los últimos meses, más si cabe si se tiene en cuenta la especial amistad que tiene con Carolina Agudo, la sorpresiva nueva secretaria general del PP de Castilla-La Mancha.

Tanto Labrador como Alonso se han mantenido siempre en las quinielas a la dirección del proyecto ‘popular’ que trate de arrebatar la Alcaldía a la socialista Milagros Tolón, mientras que a su alrededor ha sobrevolando perennemente una tercera vía de la que no han dejado de caerse nombres. El anterior subdelegado del Gobierno en Toledo, Fernando Sanz, o el edil Pepe Gamarra han sido algunos de esos futuribles fugaces que en algún momento han sonado en los mentideros toledanos. Pero desde que terminaron las primarias a la dirección del PP regional hay un nombre que no deja de sonar con fuerza.

Se trata de Carlos Velázquez, natural del barrio de Santa Bárbara, actual alcalde de Seseña, excandidato a la presidencia del PP de Castilla-La Mancha y diputado en las Cortes autonómicas.

Velázquez disputó el liderazgo del partido a Núñez en Castilla-La Mancha tras la marcha de Cospedal, pero terminó cediendo ante el delfín de la expresidenta, que le superó en apoyo en todas las provincias salvo Toledo.

Precisamente, el respaldo obtenido en Toledo, y concretamente en la capital, es lo que ha servido para remover conciencias. Fueron 18 compromisarios los que le apoyaron entonces, una prueba de músculo que le hace ser un rival a tener muy en cuenta.

Con todo, por desgracia para el propio Velázquez la decisión no tiene pinta de que estará en manos de los afiliados. Aunque ya han sido varios los militantes que, a través de las redes sociales, han lanzado mensajes a Madrid pidiendo el proceso. Y no precisamente de su entorno.

La última palabra la debe tener la dirección regional del partido, lo que hace pensar que Claudia Alonso tiene muchas opciones. Sin embargo, la película puede cambiar con instrucciones desde Madrid, en donde Jesús Labrador ya ha tocado ciertos resortes. Por último, no hay que despreciar el poder de los afiliados y la amistad de Carlos Velázquez con el líder nacional del PP, Pablo Casado, no en vano ambos compartieron muchas andanzas en sus tiempos en Nuevas Generaciones de Toledo y Ávila, respectivamente.

Lo único cierto es que el nombre del candidato a la alcaldía puede dar aún muchos bandazos mientras los responsables del PP piensan cuál de las tres es la mejor opción para intentar volver a gobernar en Toledo.