El éxito póstumo del «pueblo muerto»

J. M. / Caudilla
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Caudilla protagoniza el videoclip de la canción 'Turn it' de la banda Neuman, que ha recibido cerca de 200.000 visitas en Youtube

Quizá sea el ocaso el instante más cautivador del firmamento. Hay un marchamo de claudicación que poetiza la secuencia ya sabida entre el sol y la luna. Los mismos astros que ampararon al rey Enrique IV cuando se hospedó en Caudilla en su camino hacia Toledo hace ya cerca de 600 años. Así figura entre los hitos de la población hermana de Val de Santo Domingo desde hace 40 años. «El pueblo muerto», designa un vecino mientras da las indicaciones a este diario para desempolvar la única calle, flanqueada de casas que vacilan con el desplome. También las hay vigorosas. Desde allí, se admira el Cristo heroico e inquietante que resiste la decrepitud que malva el castillo a sus pies.

La unión hace la fuerza, se dice con frecuencia, pero la aldea Caudilla se desfondó tiempo después de hermanarse con Santo Domingo y se asemeja desde hace dos décadas a los decorados de las películas del oeste. En pie pero inerme. La única calle del ‘pueblo muerto’ tiene un rastro de cascotes y litronas. De paredes entintadas con farolas de otro régimen, a tres kilómetros de su mellizo y al pie de la carretera que comunica con Novés. Allí, en el antiquísimo caserío labriego, aterrizó hace un año un muy aplaudido grupo ‘indie’ español para pasearse por la polvorienta y atardecida villa para armar el ‘videoclip’ de ‘Turn it’, el éxito del último disco de ‘Neuman’.

Casi 200.000 reproducciones en el canal de ‘Youtube’ evidencian la repercusión de esta cuidada producción desde febrero de 2015. Paco Román, corazón de la banda murciana, había recorrido en septiembre de 2014, como en un ‘western’ crespuscular aunque el cine de Bela Tarr sea el inspirador de la pieza visual, la calle solitaria de Caudilla hasta un final que se recrea con el mordisqueado castillo originario del siglo XV. Tres minutos y 47 segundos de promoción de la ruina de Caudilla, pieza codiciada para los gozosos de la fotografía que patrullan al anochecer por el eslabón de Santo Domingo. En 2016, apenas dos o tres familias acuden con frecuencia a este paisaje descascarillado para pasar los fines de semana, tal y como detalla la alcaldesa, Silvia del Olmo, quien resalta que «está de moda» entre los fotógrafos de bodas de la comarca hacer desfilar a los contrayentes por este poblado a medio camino entre lo corpóreo y lo fantasmal.

El polvo se acumuló durante años en Caudilla, muy distante ya del origen etimológico de su nombre: ‘Cabeza de villa’. No obstante, hasta hace dos décadas se abrillantaba al poblado una vez al año con la celebración del Cristo de Caudilla. De aquéllo sólo quedan recuerdos, que se arraciman rápidamente en la memoria de la alcaldesa, de 36 años. Con sólo la memoria se puede armar de nuevo la iglesia barroca, fundida también por la anemia de los últimos años. Tapida, arruinada y habitada sólo por palomas y perdices, está abandonada a su suerte. Hoy en día, los vecinos de Val de Santo Domingo se dejan caer por el lugar solamente para acarrear el agua de la fuente Caudilla y dar un paseo por el campo desde el que se divisa el mundo entero de la comarca de Torrijos.

Pese a las visitas virtuales a Caudilla, el fugaz aterrizaje de ‘Neuman’ apenas ha dejado memoria en el Ayuntamiento. Silvia, que por entonces se sentaba en la oposición, sólo sabe que entregaron una solicitud para el rodaje. El director del videoclip, Imanol Ruiz de Lara, detalla a este diario que el equipo seleccionó este poblado entre un puñado de abandonados, entre otros motivos, por las impagables ruinas del castillo inesperado. Un ‘dron’ se recrea al final de la producción en mostrar este pedazo de la historia de Caudilla, que llegó al abanico por un integrante del equipo natural de Escalona.

El Ayuntamiento mantiene, no obstante, las constantes vitales de Caudilla conservando los hilos de luz y agua para abastecer a las dos o tres familias que se aíslan cada fin de semana en Caudilla, mortecino escaparate que asila los álbumes de amor.