Las asociaciones agrarias Asaja y UPA estiman una pérdida de la cosecha de aceitunas de en torno a un 70 por ciento como consecuencias de las fuertes tormentas, acompañadas de pedrisco, de los últimos días. Unos daños que se han dado, principalmente, en las comarcas de Talavera, pero también en municipios de la zona de Torrijos, como Burujón o La Puebla de Montalbán.
Precisamente de este municipio recibía Blanca Corroto, presidenta de Asaja en Toledo, una llamada ayer de un agricultor que ha perdido toda la cosecha de aceitunas de las más de 20 hectáreas con que cuenta en la localidad. «No podía ni hablar...», comentaba Corroto, que va a pedir al Gobierno central que declare zona catastrófica estas comarcas de Toledo a fin de lograr algún tipo de ayuda.
En este sentido, Corroto comentó que si no son directas, al menos pueden materializarse en rebajas fiscales que permitan al agricultor paliar los daños de las tormentas, aunque, recordó, también se han visto afectados los ganaderos, ya que muchas naves han sufrido graves desperfectos por el granizo y las fuertes ráfagas de viento que acompañaron a las lluvias.
Aún se están valorando los daños, pero la organización agraria reconoce que lo más perjudicado ha sido el olivar, aunque también otros cultivos como el almendro, que se estaba recogiendo estos días, o el maíz. En algunas explotaciones, informa Asaja, se han podido llegar a perder hasta 120.000 kilos de aceituna.
En la misma línea se pronunció la máxima responsable de UPA en la provincia de Toledo, Elisa Fernández, que apuntaba que en algunas localidades, ni los más mayores recordaban unas tormentas de tal magnitud como las de los últimos días, citando el caso de San Bartolomé de las Abiertas.
Respecto a la declaración de zona catastrófica, Fernández recordó las complicaciones que se dan desde el Ministerio para compensar las pérdidas, no en vano se alude a los seguros agrarios. En este sentido, la responsable de UPA reconoció que si bien desde las organizaciones agrarias se apuesta por los seguros, no dejan de ser un gasto adicional para las ya mermadas cuentas de los agricultores.
Asimismo, señaló que se trata de unos seguros que no cubren la totalidad de las pérdidas, de modo que un trabajador puede asegurar el 100 por ciento de la cosecha y sólo recibir el 70 por ciento de los ingresos estimados, pese a que se haya perdido todo.
A este respecto, comentó que de las zonas afectadas, es mínimo el porcentaje de terrenos con seguro, ya que los agricultores prefieren seguir pagando el ‘cupón’ que destinar dinero a estos, cuyas aportaciones, recordó, han sufrido mermas en los últimos años, de ahí que cada vez se apueste menos por ellos, motivo por el cual solicitan un sistema que sea más «solidario» para que los profesionales del campo se lo puedan permitir.
Cebolla, Carpio de Tajo o Malpica son algunos de los pueblos más afectados según UPA. En el último, en concreto, la Unión indica pérdidas de hasta el 100 por ciento en el olivar.