El Madrid se olvida de la crisis con goles

SPC
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El conjunto blanco arrolla al débil Viktoria Plzen (0-5) y encarrila su clasificación para octavos

El Real Madrid recuperó confianza a base de pegada y destrozó ayer gracias a su puntería el espíritu combativo del modesto Viktoria Plzen, con Karim Benzema inspirado y ejerciendo de líder en un triunfo que le impulsa para  asaltar la primera plaza del Grupo G de la Champions League.

Los goles lo tapan todo. Hasta las dudas defensivas ante cualquier rival, poderoso o modesto, caso del cuadro local, que se adueñó del partido en el inicio. Pero la fortuna, tan en contra de Julen Lopetegui, ha cambiado de bando. Una acción de Hrosovský por la izquierda, que apuraba hasta línea de fondo a los nueve minutos, acababa con un centro potente que golpeaba en Nacho y repelía la madera. Poco después, Procházka buscaba la escuadra y Chorý no llegaba por milímetros. La inestabilidad se escenificaba en Ramos y un codazo que debió costarle la roja directa. Havel, con la nariz dañada, no pudo acabar el primer tiempo.

El balón parado fue el punto clave donde el cuadro blanco explotó la debilidad de los checos. Antes, Benzema demostró que era su noche. Muy activo en fase ofensiva, con acierto en cada balón, rompió el choque con una diana para enmarcar. Arrancando desde el perfil izquierdo, realizó en velocidad dos recortes para sentar al rival, y definió con calidad.

En tres minutos, el combinado visitante logró lo que hasta el momento había sido incapaz todo el curso: sentenciar un partido. Casemiro de cabeza tras un saque de esquina de Kroos firmó el segundo, mostrando el gran punto débil del oponente. 

Benzema selló su doblete con un regalo de Bale para superar la barrera de 200 goles con el Real Madrid, y el galés firmó con la zurda el cuarto antes del descanso. La debilidad defensiva del Viktoria era un regalo que no se podía desaprovechar en un encuentro para cerrar heridas.

Quedaba poca historia para el segundo acto, que arrancó con dos paradas de Courtois y Solari protegía a Ramos, apercibido de sanción dando  minutos al canterano Javi Sánchez. La defensa con Odriozola, Nacho y Reguilón sería impensable hace unos meses. No sufrió en exceso ante un Viktoria que buscó el tanto de la honra con más corazón que cabeza.

Vinicius tuvo minutos también para mostrar su hambre de gloria, aunque le faltó acierto.