«Parecía que nos pesaban las botas 7 kilos; la culpa es mía». No puede ser más contundente Ángel Magán para calificar lo que le pareció el partido del pasado domingo del Bargas FS en su pista contra el Silver Novanca, que ganó por 2-3. El cuadro toledano estuvo cerca de sumar un punto y hasta los tres, pero su imagen estuvo tan alejada de lo que suele ser que la derrota se vio venir.

Para el técnico bargueño, no hay explicación posible a que lleven «dos semanas entrenando la velocidad» y el pasado sábado el equipo se muestre «lento». Espera que sea un accidente y a partir de la próxima jornadas el Bargas FS vuelva a sus raíles. Se echa la culpa por las decisiones que tomó durante el partido porque no es posible que no se aprovecharan las dos superioridades que se dieron. Además, no cree que puedan sacar muchos puntos si sigue concediendo tanto en defensa, ya que regalaron «los tres goles en la elaboración». Aún así, el conjunto rojillo estuvo metido hasta el último momento y con posibilidades de marcar para rascar un punto, así que «el próximo día a ver si lo hacemos mejor», reconoce Magán, que considera que les perjudicó marcar pronto, ya que pensaron «que estaba hecho».

Así las cosas, el próximo sábado, el Bargas FS encarará «la segunda final de la temporada», tras el partido ante el Colmenar Viejo. El entrenador bargueño pone en esta tesitura la visita al Mejorada, ya que está cuatro puntos por detrás y, en caso de perder, se quedaría a sólo uno. Magán asegura que «en casa van a muerte» y por eso va a ser muy complicado obtener algo positivo. Es más, los sagreños aún no saben lo que es vencer esta temporada fuera de casa. En caso de que vuelva a repetirse la tendencia, Ángel Magán se lamenta de que será «la peor primera vuelta» desde que cogió el equipo en 2013.