La Jara pierde el 22 por ciento de los habitantes en tres décadas

J. M. / Toledo
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La Estrella se ha desplomado desde el año 1986 y ha perdido el 67 por ciento de los vecinos. Por el contrario, sólo Alcaudete y La Pueblanueva han aumentado los empadronados

La comarca de La Jara se está quedando despoblada. Los vecinos son conscientes de que cada vez son menos ante un desalentador vistazo a los yacimientos económicos. Pueblos que año tras año se van desnutriendo sin visos de reverdecer. Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística demuestran que los gritos desesperados de ayuntamientos como el de Aldeanueva de San Bartolomé están justificados. Los datos reflejan que las 22 localidades jareñas han perdido de media el 22,3 por ciento de los habitantes en las tres últimas décadas, con descensos escandalosos como en La Estrella, Puerto de San Vicente o Robledo del Mazo. También se han dado casos contrarios, los mínimos: sólo dos, Alcaudete de la Jara y La Pueblanueva.

Las localidades jareñas suman, según los datos de 2015, un total de 18.543 habitantes entre los 22 municipios, 5.338 menos que en 1986. El extremo occidental de la provincia, el más próximo a Extremadura, ha sufrido especialmente la despoblación en estas últimas tres décadas. La Estrella sobresale con una disminución del 67 por ciento de la población en este periodo de tiempo. El alcalde, Julio Heras, recuerda los años dorados de la localidad, cuando sumaba más de 2.000 vecinos en los 50. Sin embargo, desde entonces se fue vaciando paulatinamente, probablemente por la emigración a las urbes al abandonar las familias el campo.

«La Estrella no tiene terreno para meter maquinaria», señaló sobre las malas condiciones para la agricultura. Y agregó: «Aquí ha emigrado mucha gente». De hecho, no tienen colegio, y los pocos niños se marchan a diario a El Puente del Arzobispo en un municipio que baja en invierno de los 200 residentes. No obstante, ha habido dos nacimientos en los dos últimos años. Mientras hay vida, hay esperanza, aunque el 65 por ciento de la población supera los 65 años.

Por detrás, se encuentran por ejemplo Puerto de San Vicente con un 53 por ciento menos o Robledo del Mazo con el 54 por ciento. La alcaldesa de esta última localidad, Ana Belén Galán, ve de este modo un panorama desalentador y confiesa que cree que seguirá la tendencia de despoblación. No obstante, al menos han registrado recientemente un nacimiento y hay dos jóvenes interesados por la ganadería, aire fresco en unas poblaciones caracterizadas por la elevada edad de sus habitantes. En este sentido, el 53 por ciento de los vecinos tiene más de 65 años.

El Ayuntamiento de Aldeanueva de San Bartolomé reclamaba recientemente y desesperadamente una inversión en la localidad para salvar el descenso de población. Se trata de un balneario con hotel que puede generar puestos de trabajos y atraer a visitantes a una población ubicada entre La Estrella y Mohedas de la Jara. El municipio ha perdido el 48 por ciento de los habitantes desde 1986 y sólo conserva 475, aunque este curso han visto cómo se reabría el colegio después de cuatro años cerrado. La llamada se producía después de que el proyecto haya estado desamparado por las administraciones públicas desde el año 2003.

La inversión de siete millones probablemente esté detrás de esta orfandad hacia una iniciativa a la que se aferra el Consistorio, teniendo en cuenta que entre 1913 y 1958 albergaba un balneario y unos empresarios valencianos quisieron levantar uno antes de la crisis económica.

Alcaudete de la Jara representa, eso sí, una cara bien distinta. Pero es la excepción, junto con La Pueblanueva. La localidad ha aumentado la población en estos 30 años, puesto que ha pasado de los 1.612 a los 1.897, una tendencia positiva acompañada también por una equilibrada pirámide poblacional. Sólo el 25 por ciento de la población supera los 65 años, y el 15 por ciento tiene menos de 20 años. Una muestra de una prosperidad meridiana en comparación con el resto de los municipios jareños, circunstancia que ha motivado que se haya abierto de nuevo este año el comedor escolar.

Sin embargo, el paro golpea fuerte a los habitantes, y la mayor parte de los trabajadores desempeñan su oficio fuera del municipio. «Si viniera una empresa, se le daría todas las facilidades. Hay mucho desempleo», afirma la regidora en una localidad con 333 parados a fecha de enero.