Quero tiene un pasado... romano

J.M.
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El Ayuntamiento y la UCLM descubren una villa romana datada entre los siglos III y IV D. C. con la aparición de estructuras de edificios principales. Está localizada a cuatro kilómetros del núcleo urbano, muy cerca de los petroglifos hallados rec

Los primeros pobladores de Quero se asentaron en los alrededores de la laguna Grande o de la Sal. La presencia de fuentes de agua dulce, pasotos y pedernales atrajeron a gentes de las culturas del Paleolítico, Neolítico y la edad de Bronce, así como la Íbera y Romana. Su antiguo nombre (Quero) vendría a significar ‘montículo rocoso o peñascoso’». Así comienza el Ayuntamiento de Quero el extenso apartado dedicado a la historia del municipio en su página de internet. «Tenemos un gran número de yacimientos y vestigios», comenta a este diario el alcalde, Rubén Torres, empeñado en atraer turismo a este municipio de la comarca de La Mancha de alrededor de un millar de habitantes.

En convenio con la Universidad de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento firmó un acuerdo para la recuperación del patrimonio. Recientemente, completaron las primeras excavaciones durante quince jornadas en un terreno adquirido por el municipio. Los primeros datos aclarados por el equipo director del proyecto destacan que ha aparecido una villa romana Rústica datada entre los siglos Ill y lV después de Cristo. El alcalde manchego detalló que la primera fase ha consistido en la perimetración del terreno y abundó en que habrá otras jornadas de promoción en diciembre.

«Los primeros datos son positivos», apuntó Torres por la aparición de estructuras en referencia a un edificio principal de la villa. No obstante, se mostró prudente sobre la evolución del proyecto. «Es muy lento porque las excavaciones son minuciosas», comentó al respecto.

El Ayuntamiento ha organizado ya visitas a este paraje guiadas por el director del proyecto, Miguel Ángel Valero, para pormenorizar el contenido de esta primera fase de excavación, como por ejemplo dar a conocer las primeras edificaciones y materiales que han aparecido, así como la proyección de la villa romana, ya nombrada como el ‘Cerro Molino’ de Quero, localizado a unos cuatro kilómetros del núcleo urbano.

Este yacimiento arqueológico está localizado a apenas 400 metros de unos petroglifos promocionados el pasado verano con unas visitas nocturnas que resultaron muy concurridas. Se trata de inscripciones talladas entre los siglos XVI y XVIII. «Es un complemento el uno del otro», afirma el alcalde manchego sobre el aprovechamiento turístico de esta zona de la localidad, que se une a otros movimientos del Consistorio como la recuperación de un molino de viento.

El yacimiento rupestre con los petroglifos contiene inscripciones de carácter religioso cuya autoría corresponde a agricultores y ganaderos. Este hallazgo supone un nuevo trabajo de la Universidad de Castilla-La Mancha, sobre el que trabaja desde el año pasado. El atractivo reside en que son grabados vinculados a la simbología del cristianismo, con signos cruciformes. En este sentido, fueron realizados como petición de protección, en medio de un periodo cosido a las supersticiones.

El presupuesto de este proyecto universitario supera los 10.000 euros y alcanza a tres estaciones rupestres: ‘Los pozos de Navarro’, de Villafranca de los Caballeros; la ‘Casa del Oro’ de Quero’, y otro en Puertollano. Como curiosidad, muchos de los petroglifos sólo pueden ser observados por la noche con una luz artificial intensa y directa sobre el objetivo; por ello, las visitas fueron organizadas durante la noche.

El Ayuntamiento de Quero promueve también la recopilación de fotografías antiguas vinculadas al municipio para la digitalización de las instantáneas que se podrán aprovechar como contenidos de exposiciones sobre la historia del municipio manchego. «Refleja mucho la vida de antes, como cuando la gente iba a la vendimia. Está muy presente el núcleo familiar», recalcó a este diario el alcalde de esta pequeña localidad.

De esta manera, los recuerdos del siglo XX de muchas familias vinculadas con Quero quedarán inmortalizados en una colección digital que supondrá un legado para las generaciones venideras porque hubo un tiempo en que no había pantallas.