Seis meses que devuelven, al menos, la ilusión de tener un empleo, y unos ingresos familiares, y, de paso, contar con una formación que contribuya a mejorar la cualificación con vistas a una incorporación o reincorporación al mercado laboral. Estos son los atractivos básicos de los talleres de empleo que por otro lado reportan beneficios a la localidad en la que se desarrollan y una mejora de la autoestima de los que participan en ellos.

Y la Diputación de Toledo, en su afán de cumplir con su máxima de  poner a las personas en el centro de sus políticas, ha apostado firmemente por el desarrollo de estas propuestas que buscan la formación en alternancia con el empleo. Así, y en un balance de una legislatura a la que aún le quedan unos meses por concluir y en los que se cerrará otro paquete de talleres de empleo, ha generado hasta el momento 785 puestos de trabajo entre alumnos/as-trabajadores/as de la provincia gracias a los 90 talleres de empleo que ha puesto en marcha en 2016, 2017 y 2018 que también han dado una oportunidad de trabajo a monitores, profesores y coordinadores, un colectivo para el que se han creado en estos tres años 278 plazas.

Es decir, en esta legislatura, la Diputación de Toledo, en colaboración con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, ha generado 1.063 empleos con el desarrollo de estos talleres, a los que se suman otro miles de puestos  creados al amparo de iniciativas que han germinado de la colaboración interinstitucional  como los Planes Extraordinarios de Empleo.

Los talleres de empleo que ha desarrollado Diputación a lo largo de lo que va de legislatura también han sido un reflejo de la situación en la que se encuentran las mujeres en materia laboral puesto que es este colectivo el más golpeado por las tasas de paro. Así, de los 785 alumnos/trabajadores que se han podido beneficiar de estos talleres, 491 han sido mujeres, es decir, casi el 63%, un porcentaje que se ha mantenido en los dos primeros años y ha bajado un poco en 2018.

Pero no hay que subestimar el papel de la formación, tanto desde el punto de vista profesional como curricular, que ofrecen estos talleres para lo que se ha contado con el compromiso y dedicación de  278  profesionales entre los que se incluyen coordinadores, monitores, profesores de ESO y auxiliares administrativos. Profesionales a los que desde Diputación trasladan también sus felicitaciones por su exitoso trabajo.

Los talleres de empleo que la Diputación de Toledo ha desarrollado a lo largo de estos últimos tres años han abarcado especialidades de lo más diverso, eso sí, buscando formar en profesiones con demanda de mano de obra y en actividades económicas punteras que ofrezcan una salida factible -ya sea por cuenta ajena o mediante iniciativas de autoempleo- que, al mismo tiempo, repercutan en beneficios para el propio municipio en el que se desarrollan.

Entre los ‘clásicos’, que en la edición de 2018 están teniendo un gran protagonismo, están los talleres de mantenimiento de edificios y los de revestimientos de fachadas y acabado en pintura, temática elegida por casi tres cuartas partes de los talleres que este año se han desarrollado.

Y es que el objetivo de que los talleres dejen una huella que perviva en el tiempo en el municipio es una máxima que queda claramente reflejada en este tipo de acciones que han permitido por ejemplo la renovación de los vestuarios del campo de fútbol de Tembleque este año o la restauración, el año pasado, del edificio ‘Jorge Arellano’ de Méntrida donde está ubicada la escuela infantil.

La poda de cultivos leñosos y acondicionamiento de zonas verdes así como los trabajos y aprovechamientos forestales son otras de las temáticas más consolidadas entre los talleres de empleo que han permitido, por ejemplo, que el Alcornocal de Velada (2016) recibiera labores de poda, tratamiento de enfermedades y cuidado medioambiental. En este año, Ugena, en el marco de un taller de aprovechamientos forestales han hecho realidad un proyecto que será disfrutado por toda la población ugenera como espacio verde y recobrado para la ciudadanía: el  adecentamiento del margen izquierdo del arroyo Boadilla, a su paso por la calle Zamora.

Entre las temáticas más encaminadas al autoempleo se podrían incluir los talleres de cocina y cátering así como los de costura y confección que también han estado presentes en las diferentes ediciones de los talleres de empleo de la provincia en las que además siempre se ha dedicado algún taller a labores turísticas relacionadas con el medio ambiente o el patrimonio natural.

Y, cómo no, las nuevas tecnologías han sido protagonistas en todas las ediciones con talleres de Community Manager o E-Comerce, entre otros. Más residuales, aunque no menos aprovechados y exitosos, han sido los talleres de animador sociocultural o monitor de ludoteca -que se ha estrenado este año en Yeles-, así como el de socorrismo en instalaciones acuáticas de Torrijos.

El vicepresidente de la Diputación, Fernando Muñoz, destacó en la presentación a principios de año de estos 34 talleres que los ayuntamientos habían repetido peticiones de especialidades quedando  las relacionadas directamente con internet en una posición más testimonial  en comparación con otros años.

  Los talleres de empleo están dirigidos a desempleados mayores de 25 años con certificado de escolaridad o ESO (según el taller) estableciéndose prioridades, a la hora de puntuar, para los jóvenes menores de 30 años y los mayores de 45, aquellas personas que presentan  un grado de minusvalía igual o superior al 33% y aquellos que carezcan de cualquier  cobertura por desempleo. 

Estos talleres ofrecen una oferta de cualificación profesional y un estímulo a la creación de propio empleo al colectivo de trabajadores adultos que en ellos participan, pero además  se configuran como un medio generador de empleo para jóvenes titulados y expertos desempleados que deseen acceder a tareas docentes.

Desde el inicio del Taller de Empleo, los trabajadores participantes  son contratados en la modalidad de contrato para la formación. Como consecuencia de esta relación laboral, realizan un trabajo a la vez que reciben la adecuada formación teórica de acuerdo con el contenido del proyecto aprobado.

Por la realización de su trabajo, perciben desde el inicio del proyecto, una retribución salarial como contraprestación al trabajo realizado. El importe de la subvención salarial es el salario mínimo interprofesional establecido anualmente, incluida la parte proporcional de dos pagas extraordinarias, y el tiempo dedicado a la formación teórica es computado, a todos los efectos, como jornada efectiva de trabajo.