«Los programas de empleo no son un parche»

Redacción
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Fernando Muñoz, vicepresidente de Asuntos Generales y Empleo de la Diputación de Toledo considera que «los talleres son una fórmula muy acertada para atender a un sector de población en situación de desempleo»

Está a punto de acabar el año y con él los 34 talleres de empleo que ha promovido la Diputación. ¿De qué se siente más orgulloso?

Junto a la creación de empleo y la formación del alumnado que mejore sus posibilidades de inserción laboral que ofrecen los talleres de empleo, me siento especialmente satisfecho de haber recuperado en esta legislatura un objetivo también muy importante como es su utilidad.

El anterior Gobierno de la Diputación desvirtuó incomprensiblemente un aspecto importantísimo de esta iniciativa de formación y empleo y es que la fase práctica que incluye esta iniciativa pueda beneficiar a los municipios donde se desarrollan.

Los talleres de empleo son fruto de la colaboración institucional, Junta de Comunidades, Diputación de Toledo y los ayuntamientos que hacen un esfuerzo tremendo para que en sus pueblos se dé una oportunidad de trabajo a desempleados. Por lo tanto, es lógico y de justicia que ese esfuerzo se premie con actuaciones, iniciativas y mejoras para los municipios.

Esa utilidad es la que hemos dado como valor añadido a los talleres de empleo que el Gobierno de la Diputación ha promovido en esta legislatura en los pueblos de la provincia de Toledo donde todos han dejado huella.

En sus visitas a los diferentes municipios en los que se están celebrando estos talleres, ¿qué percepción tiene del aprovechamiento por parte de los alumnos/as? ¿Qué propuestas le hacen llegar?

El contacto con los alumnos y alumnas, con el profesorado, en mis visitas a estos talleres es una de las experiencias más gratificantes que estoy viviendo en esta legislatura, porque me están transmitiendo la utilidad de nuestra acción de Gobierno y que ese principio de atender las necesidades reales de las personas con el que iniciamos nuestra labor hace algo más de tres años está siendo una realidad.

Me encanta percibir la ilusión de los alumnos y alumnas ante las posibilidades de empleo que la formación que reciben les abre, el alivio que el sueldo que reciben durante los seis meses de trabajo le supone en sus vidas y algo que está siendo una constante que quiero destacar, el buen ambiente y compañerismo que han creado los participantes en los talleres.

La mayoría de ellos me piden una cosa: que duren más tiempo. 

También conversará con los monitores/as y coordinadores/as, ¿qué conclusiones extraen en general de los beneficios de estos talleres tanto desde el punto de vista formativo como de inserción en el mercado laboral de los alumnos/as? 

El profesorado está valorando muy positivamente los talleres de empleo y coincidiendo al resaltar lo completo de los contenidos formativos incluidos en la parte teórica de estos programas que les aportan conocimientos muy amplios en las diversas especialidades.

Consideran que los alumnos y alumnas participantes finalizan los talleres muy bien formados y en materias que tienen posibilidades de insertarles en el mercado laboral que es el objetivo principal de este proyecto que combina formación y empleo. Se forman en profesiones tan tradicionales como pueden ser el mantenimiento de edificios, costura o poda, y que tienen demanda, como en especialidades que conforman nuevos nichos de empleo como puede ser internet y el mundo on line, el medio ambiente o el turismo.

Además, tanto los monitores, como los coordinadores de los talleres me transmiten algo muy importante con respecto al alumnado y es las ganas de aprender que demuestran y la satisfacción personal que la mayoría de ellos tienen al adquirir conocimiento y ver el resultado práctico de los mismos.

Esa disposición y la buena formación del profesorado y su implicación en el proyecto son dos claves fundamentales para el éxito de esta iniciativa.

 ¿Y qué efectos tienen estos talleres entre las poblaciones en las que se desarrollan?

Muy positivos, porque en todas ellas están dejando esa huella, ese aprovechamiento local que consideramos que es uno de los beneficios que también deben reportar los talleres de empleo. Rutas turísticas, nuevas infraestructuras, la rehabilitación de edificios para uso público, la creación de espacios para servicios como biblioteca, la recuperación de espacios urbanos para dotar al pueblo de parques y jardines, y un largo etcétera.

En lo que va de legislatura son 785 alumnos/as los que se han podido beneficiar de estos talleres, ¿se hace algún seguimiento de su inserción en el mercado laboral?

Efectivamente, se hace un seguimiento de los alumnos y alumnas una vez finalizados los talleres que es doble, puesto que nos ponemos en contacto con ellos a los tres meses de haberse finalizado el programa y una segunda vez a los seis meses de la conclusión del mismo. Tenemos contacto con ellos para interesarnos por su situación y también les ayudamos si nos lo requieren para orientales en procesos relacionados con su inserción laboral tanto como autónomos como para los pasos de la contratación por cuenta ajena.

¿Cuál sería la clave para determinar si un taller de empleo ha sido exitoso?  

Sencillamente, que cumpla los objetivos para los que está concebido y que creo son una fórmula muy acertada para atender a un sector de población en situación de desempleo como la de los participantes en el programa. Una clave: generar empleo con la iniciativa; empleo para coordinadores, monitores, auxiliares administrativos y, por supuesto, para los propios alumnos y alumnas. Segunda clave: formación para los participantes, que el alumnado adquiera los conocimientos necesarios para ejercer una profesión. Tercera clave: utilidad para los municipios, la parte práctica que incluyen los talleres debe beneficiar a la localidad en la que se desarrollan. Cuarta clave: que los alumnos y alumnas tengan la oportunidad de acceder a un empleo por cuenta ajena o al autoempleo formando empresas o cooperativas. 

 En 2016 fueron 25 talleres, en 2017 se incrementó hasta 31 y en este 2018 han sido 34. La Junta aún no ha publicado la convocatoria para 2019 pero, ¿está Diputación preparando ya su solicitud para la próxima convocatoria de talleres? ¿Han recibido ya peticiones de los ayuntamientos de la provincia en este sentido? ¿Se prevé aumentar la partida económica para poder incrementar también el número de talleres?

Efectivamente, estamos pendientes de la convocatoria de los talleres de empleo ya que este programa lo hacemos en colaboración con el Gobierno de Castilla-La Mancha y, como institución, promovemos desde la Diputación de Toledo estas iniciativas en los pueblos. En todas las convocatorias hemos incrementado el número de talleres de forma progresiva en estos tres años de legislatura y, si es posible y se ajusta a dicha convocatoria, para 2019 también tenemos interés en incrementarlos porque los ayuntamientos tienen ese interés en ofrecer a sus vecinos una oportunidad de empleo y así nos lo han hecho llegar.

39.306 mujeres frente a 21.773 hombres son las últimas cifras del paro en la provincia de Toledo y esto parece tener su reflejo en la selección de alumnos/as-trabajadores/as porque son más las mujeres que los hombres los seleccionados para estos talleres.

Lógicamente, de forma tradicional son las mujeres quienes más sufren el paro, especialmente en las zonas rurales y eso tiene su reflejo en los programas que desde las administraciones ponemos en marcha para paliar los efectos del desempleo. De hecho, de los 785 participantes en los 90 talleres de empleo que hemos promovido en esta legislatura, 491 han sido mujeres.

¿Existe también una especial preocupación por alguna comarca o municipios de la provincia o las necesidades en el medio rural son en general las mismas?

La provincia de Toledo es muy extensa, con una superficie de 15.369 kilómetros cuadrados, diez comarcas y 204 municipios, es decir, aglutina una gran diversidad en función de su población y desarrollo industrial. Pero, el desempleo es un problema común en todas las localidades de la provincia y, aunque en algunas zonas registra mayor porcentaje, como es lógico, desde el Gobierno de la Diputación tenemos especial interés en atender también las necesidades de los municipios pequeños donde sus habitantes tienen que tener las mismas oportunidades y el empleo es una de esas necesidades.

 Uno de los objetivos de los talleres es aprovechar los nuevos yacimientos de empleo que puedan ampliar las oportunidades de incorporación al mercado laboral de los alumnos/as. ¿Hay algún campo en el que aún no se haya desarrollado un taller que merecía una oportunidad en la próxima convocatoria?

La oferta de los talleres de empleo que hacemos a los ayuntamientos de la provincia plantea también proyectos relacionados con esos nuevos yacimientos de empleo, proyectos de carácter innovador, que favorezcan el emprendimiento y que potencien iniciativas capaces de activar el desarrollo de las comarcas, generar riqueza y, en consecuencia, puestos de trabajo. Talleres relacionados con temáticas como community manager, páginas web, atención sociosanitaria de personas, turismo medioambiental, eficiencia energética, etcétera, son algunos de esos nuevos caminos laborales y, desde luego, vamos a seguir ofreciéndoselo a los ayuntamientos.

 Crear el estímulo entre los alumnos/as para el autoempleo también es una de las finalidades de estos talleres. ¿Ha habido algún resultado en este sentido fruto de los talleres de esta legislatura?

La empleabilidad, por supuesto, es uno de los objetivos fundamentales de los talleres de empleo, de hecho la formación que se incluye es precisamente para mejorar la preparación del alumnado de cara a una salida laboral. Tenemos la satisfacción de que más de 110 de ellos han conseguido ese resultado accediendo a un puesto de trabajo bien como autónomos y por cuenta ajena.

 Una de las incorporaciones de la Diputación Provincial de Toledo al desarrollo de estos talleres fue la introducción de un módulo de igualdad en colaboración con la Dirección Provincial del Instituto de la Mujer. ¿Qué valoración hace de esta labor?

El equipo de Gobierno de la Diputación de Toledo tiene un compromiso firme con la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y estamos decididos a impulsar iniciativas que promuevan condiciones sea real y efectiva.

Hemos incorporado por primera vez a la Institución provincial al mapa de la lucha por la igualdad y de la lucha contra la violencia hacia las mujeres, con nuestra pionera Estrategia de Igualdad de Género, y consideramos imprescindible que en un proyecto en el que la formación es protagonista también se incluyera un módulo que contribuyera a acercar la perspectiva de género a todo el alumnado de los talleres de empleo.

Con el convenio que firmamos con el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha el módulo de igualdad ha estado impartido por las trabajadoras de los centros de la mujer que hay en la provincia de Toledo.

Y hemos acertado plenamente, porque ha tenido una acogida magnífica entre los alumnos y las alumnas y, también, entre el profesorado. Así me lo han transmitido en todos los talleres que he visitado. Algo que me llena de satisfacción.

Hay quien reprocha a los talleres de empleo que sean un parche de seis meses a la precaria situación de muchos parados de la provincia y que, junto a otros planes, desvirtúen las cifras reales de paro. ¿Qué les diría?

Que no tienen razón. El paro no es un problema estrictamente de número, es un problema social y detrás de esos números lo que hay son personas a las que les importa, ante todo, llevar un sueldo digno a su hogar que les permita vivir.

Nuestra responsabilidad como gobierno es atender las necesidades reales de las personas y, en una situación de crisis, no atender a familias que están pasando penurias, que no pueden dar de comer a sus hijos, que no pueden pagar la calefacción con la excusa demagógica de que los programas de empleo son un parche y desvirtúan las cifras del paro no solo es una irresponsabilidad manifiesta sino la demostración de que se gobierna sin alma.

Los gobiernos socialistas de la Diputación de Toledo y de Castilla-La Mancha han recuperado los planes de empleo, esas políticas activas de empleo que son fundamentales cuando las tasas de paro alcanzan, como alcanzaron en esta provincia, hasta el 30%.

Somos responsables y creo que de esa forma lo valoran los más 12.000 personas que en esta legislatura, gracias a los gobiernos de la Diputación y de la Junta de Comunidades, han tenido acceso a un contrato y a un sueldo del que han carecido, en muchos casos, durante varios años.