El PP exige el desbroce en Safont y el Valle

C.M
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Cristina Peces denunció el «abandono» del equipo de Gobierno de las zonas transitadas por el turismo en las que «los rastrojos secos y la suciedad» ofrecen «la peor imagen de la ciudad»

Lo primero que contemplar los miles de turistas que cada día bajan de los autobuses que paran en las dársenas de Safont «es un rodadero repleto de hierbajos, maleza seca» que «sirve de cobijo a roedores y animales» que, por cierto, «causan innumerables molestias a los vecinos de la zona». Y puesto que esta es «la peor imagen que los visitantes se llevan en su retira», desde el PP insisten en reclamar a la señora alcaldesa «la puesta en marcha de una campaña de desbroce, limpieza y mantenimiento»  que conserve estos entornos en condiciones adecuadas de salubridad.

En este sentido, y recordando que parte del superávit podía dedicarse a estos menesteres que, por cierto, suponen un coste muy inferior al pagado por la famosa escoba de platino», Cristina Peces aprovechó la ocasión para hacer suyas algunas reclamaciones emitidas por algunos guías que «se sienten abochornados cuando llevan a sus grupos a ver la panorámica desde el Valle» y no «saben ni dónde parar porque los rastrojos secos y la suciedad no permiten disfrutar de la zona como se debiera».

Ante estas visiones de una ciudad cuya «principal actividad económica proviene del turismo», la concejala del PP invitó al equipo de Gobierno a subsanar un problema al que se suma «la inexistencia de baños públicos en las zonas de recepción» de los visitantes, siendo la principal las citadas dársenas en las que «además de no haber ni una sombra, los turistas no pueden ni disponer de un baño ni de una mísera fuente» en la que beber.

Esta solicitud ya fue solicitada, hace un año, por la Asociación de Guías de Toledo que se mostró a favor de ubicar baños públicos en el área de las dársenas de Safont.

Estas fotografías «que no son las del PP como dice la alcaldesa, son las que ofrece la realidad» de una ciudad que, a juzgar por lo enumerado, «no parece preocuparse ni por la defensa del patrimonio ni por su cuidado y mantenimiento».

Los árboles de Zocodover. Cristina Peces quiso recordar a «la señora Tolón» otra de sus «nefastas obras de recuperación» fijándose en la situación en la que se encuentran los árboles que plantó en la Plaza de Zocodover «tras talar los siete ejemplares históricos que llevaban residiendo en el lugar más de 70 años».

Pues bien, «de los cinco plantados y llegados de otra comunidad autónoma, dos están prácticamente secos». Hecho que se une a «un pavimento desnivelado y a unos topes de hierro que no cumplen ni con la normativa de accesibilidad» en una plaza que ha sido «la gran chapuza de la legislatura de Milagros Tolón».