«Si hubiera políticos responsables, en dos años nos bañaríamos en el Tajo»

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Miguel Ángel Sánchez Pérez, portavoz de la Plataforma de los ríos Tajo y Alberche, explicó los 'puntos negros' del borrador para el futuro Plan de cuenca en la Biblioteca de CLM

«Si hubiera políticos responsables, en dos años nos bañaríamos en el Tajo» - Foto: Víctor Ballesteros

«El peor enemigo del Tajo son los políticos, que desde este Gobierno anteponen la continuidad del Trasvase a la recuperación del río». Con estas palabras se expresaba ayer Miguel Ángel Sánchez Pérez, portavoz de la Plataforma de los ríos Tajo y Alberche, durante el breve ciclo de conferencias ‘Encuentros con el Tajo: el río que queremos’, que se celebrará en la Biblioteca de Castilla-La Mancha hasta el martes que viene y donde se debaten los principales problemas a los que se enfrenta el río y muy especialmente los riesgos a los que se expone si se aprueba finalmente el borrador para el futuro Plan de cuenca. «En vez de referirnos al Tajo como una causa perdida, debemos insistir en la idea de que el río es recuperable, eso sin ninguna duda. Y no estoy hablando de un horizonte de cincuenta años, sino de tan solo dos o tres. Insisto: en Toledo y Talavera de la Reina podríamos bañarnos para entonces si existiera la suficiente responsabilidad y nuestros gobernantes tuvieran la valentía suficiente como para hacer cumplir la ley, aunque fuera a costa de perder cuatro millones de votos».

Sánchez Pérez explicó durante su charla los puntos clave del borrador del Plan de cuenca, que de aprobarse afectará especialmente a las ciudades de Toledo y Talavera «y que viene a certificar la muerte de nuestro río». Según el portavoz de la Plataforma de los ríos Tajo y Alberche, será especialmente nocivo el hecho de incrementar los caudales legales del río -«que, por cierto, nada tienen que ver con criterios ecológicos»- con aguas residuales procedentes del Jarama.

Otro de los puntos más oscuros del borrador será la reserva integral de toda la cabecera para contribuir al Trasvase Tajo-Segura. «Todo lo que haya. Da igual que sean 240 hectómetros cúbicos o que sean 400. Todo iría destinado al mismo fin». La apertura de los ‘bancos de agua’ -es decir, la posibilidad de vender dotaciones a los regantes o sistemas de abastecimiento delSegura- generará desigualdad en kilómetros y kilómetros del cauce, y, por otra parte, «no tiene ningún sentido retrasar el cumplimiento del compromiso de calidad hasta el año 2027, porque es lo mismo que reconocer que no lo vamos a cumplir nunca».

El principal problema del río, en este sentido, no es tanto la contaminación de sus aguas «como la gran contaminación política, que fomenta los localismos al establecer que los ríos son propiedad de las comunidades autónomas, cuando en realidad deberían depender solamente de sus propias cuencas». De hecho, insistió Miguel Ángel Sánchez Pérez, los problemas del Tajo no son unitarios. Los problemas a los que se enfrenta el río a su paso por Extremadura son distintos a los que experimentaba en la provincia de Guadalajara, cientos de kilómetros atrás. Tampoco son exactamente iguales los problemas de Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina, aunque estas tres ciudades se encuentren situadas en el eje principal del río. «El problema es global. La solución pasa por aumentar las reservas en la cabecera y aumentar el volumen de los desembalses. Ahora mismo se están haciendo en torno a 300 hectómetros cúbicos al año, cuando deberían ser el doble. Pero no habrá manera mientras se siga manteniendo la servidumbre del Trasvase».