El plan de la senda peatonal en Vega Baja, a licitación

CM
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Los responsables del proyecto -aprobado por Patrimonio «con condicionantes»- esperan poder ir adaptando esos requerimientos durante el proceso de actuación en la zona

El plan de la senda peatonal en Vega Baja, a licitación

El Consistorio ya ha publicado el anuncio de licitación referido a las obras  de  ejecución  de  senda  peatonal  en  Vega  Baja- calle  Armeros  frente  al  colegio  Fábrica  de  Armas, prolongación desde su cruce con Mas del Ribero hasta an Pedro El Verde, y continuación por la calle Lima hasta la senda ecológica de ribera del río Tajo.

Este procedimiento de contratación inicia un trámite que, según consta, recibirá propuestas hasta las 14,00 horas del próximo 17 de diciembre, fecha ya marcada por el responsable municipal de Urbanismo por surtirse, esta intervención, de una financiación con cargo al superávit del Consistorio. El pliego informa sobre las fechas -sujetas de posibles cambios- relativas a la apertura de las ofertas técnicas para el día 20 de diciembre, y de las económicas para el próximo 27 de mes, para desarrollar un trabajo presupuestado en 412.131,1 euros y un plazo de ejecución de seis meses.

En cuanto a la necesidad de cumplir con los puntos recogidos en la resolución -favorable- emitida por Patrimonio para la obra necesaria para ejecutar la llamada Senda Sabatini sobre «la zona arqueológica y en parte excavada del BIC de Vega Baja», fuentes municipales aprecian que los requerimientos exigidos por el Gobierno regional se irán adaptando durante la intervención conforme a los criterios consensuados por todos los agentes implicado.

No en vano, el proyecto encargado por el Ayuntamiento ha contado con los parabienes de la Real Fundación, de la Universidad regional y de la consejería de Cultura. Administarción que concedió la autorización «con condiciones» ya que no permite «ni la retirada de la estructura de puerta y vallado existente en la rotonda de acceso a la Universidad y en la calle San Pedro el Verde» ni «la retirada de las estructuras de cartelería sin una solicitud en cada caso individualizado».

Sobre la concepción de «detectar los valores que desde el paisaje permitan aportar caminos posibles que recuperen y sumen riquezas ignoradas, que contribuyan al planteamiento y la construcción de una ciudad mejor para todos», el proyecto insta a recuperar un camino peatonal semiabandonado en el borde oeste de la Vega Baja, al que se le da continuidad por el terreno arqueológico hasta el Poblado Obrero.

Este trazado enlaza con la senda peatonal existente en la ribera derecha del río, en su extremo oeste, y con la avenida Mas del Ribero y la prolongación hacia el Poblado Obrero en su extremo este, de forma que el territorio urbano y periurbano quedan unidos. Se pretende conseguir un enlace que acerque la ciudad al río, a la senda peatonal existente desde hace años, con una intervención sencilla, en la que no se prevé una urbanización convencional.

tres ámbitos de actuación. Tal y como consta en el proyecto, la senda transcurre por tres ámbitos diferenciados que tienen cualidades diferentes. Así, la calle Armeros es una vía del Poblado Obrero y se encuentra consolidada y urbanizada de modo convencional, por lo que el desarrollo es prácticamente plano. El segundo tramo discurre por los terrenos del yacimiento arqueológico en el que han dejado al descubierto vestigios de valor patrimonial, de ahí que la senda en este tramo conecta las avenidas Mas del Ribero y San Pedro el Verde, que tienen una diferencia de cota de dos metros entre ellas, presentando la superficie que atraviesa presenta una topografía irregular a consecuencia de las excavaciones.  

 El último tramo se sitúa en la calle Lima. Su primer parte, junto a la avenida San Pedro el Verde, está pavimentada, y su continuación hacia el río está consolidada por el paso de personas y vehículos puntuales, y el último tramo es prácticamente plano hasta llegar a la ribera, en el que se incrementa la pendiente.

La senda peatonal, de trescientos sesenta metros de longitud y cuatro metros de ancho, se forma mediante la colocación sobre terreno, limpio y desbrozado, de una barrera geotextil antiraíces de alta resistencia, sobre la que se acometerá una elevación de tierras que se adapta a las irregularidades de vacío y a las excavaciones.

Este terraplén se forma utilizando las tierras que se retiraron durante la excavación arqueológica realizada en el sitio, almacenadas en terreras en la superficie. Sobre éstas, recoge el informe, se dispondría «zahorra natural compactada y un estrato final de jabre rojo» destinado a definir la superficie del camino planteado.