Comienzan las primeras sanciones del Seprona por verter purines

J.F.
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Ganaderos de Polán y Consuegra se han reunido con las agentes para avisarles que los vertidos seguirán, porque la otra opción es que rebosen las balsas y el purín llegue a los ríos

Comienzan las primeras sanciones del Seprona por verter purines - Foto: victor ballesteros

Los peores presagios ya han comenzado a cumplirse. El cierre de las plantas de tratamiento de purines de Consuegra y Polán por la retirada -aún no ha entrado en vigor- de las primas por generación de energía con que contaban en base a un acuerdo interministerial de 2007 ya está dando lugar a consecuencias importantes. Así, tal y como comento Pablo Alejo Barrios, presidente de la sociedad de ganaderos de Polán, el Seprona ya ha comenzado a denunciar a los ganaderos por verter los purines en tierras del término municipal.

Ayer mismo, Barrios y el presidente de la sociedad de ganaderos consaburense, Jesús Fernández, se reunían con agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil para informarles de que irremediablemente los vertidos van a continuar, ya que es la única opción con que cuentan los ganaderos. Ya que la otra, que no se contempla dada la gravedad de las sanciones y la imposibilidad de hacerlas frente económicamente, es que las balsas de almacenamiento temporal rebosen y el purín busque el curso de los arroyos, ocasionando un daño medioambiental más que considerable.

«La situación no es complicada, es lo siguiente», apuntó Barrios, que mostró la «indignación y malestar» de los ganaderos, que están viendo como se ha desplomado el sistema de gestión que se supone estaba garantizado por un plazo de diez años más -el acuerdo interministerial entre Agricultura y Fomento garantizaba la viabilidad de las plantas de tratamiento por 15 años y las de Toledo llevan funcionando cinco- sin que se les haya ofrecido un Plan B.

«Estamos aplicando los vertidos no correctamente, en algunos sitios repetidas veces», lo que ha ocasionado varias denuncias de propietarios de terrenos y de vecinos de tierras que ya empiezan a soportar los malos olores, aunque Barrios adelanta que por muchas sanciones que ponga el Seprona, la capacidad económica de los ganaderos para asumirlas va a ser nula.

«Esto no lo preveía nadie, por eso no había previsión al respecto», indicó el presidente de la sociedad de ganaderos, que recordó que al estar avalado el sistema de gestión por el acuerdo entre ministerios, y puesto que ya no eran necesarias tierras donde verter, muchos propietarios dieron un giro en sus explotaciones, que se pasaron a la agricultura ecológica, por lo que no se pueden aplicar purines. Si se aplica en alguna tierra cercana y termina llegando a la ecológica, los propietarios pierden sus subvenciones, por eso Barrios teme que el problema termine derivando en problemas entre personas que supongan consecuencias que nadie quiere ni siquiera pronunciar. Pero como recuerda este ganaderos, «no podemos bebernos el purín».

«Parece que el Ministerio de Industria no se quiere enterar de que los efectos medioambientales que plantea el cierre de las plantas de tratamiento es perverso», dijo Barrios, que hizo un llamamiento al «sentido común» para que las autoridades se pongan de acuerdo, porque si bien asegura que desde la Junta «hay buena voluntad», ésta no está surtiendo efecto en el Ministerio de Industria.

Respecto a la posibilidad de que los ganaderos pongan en marcha sus propios sistemas de gestión individuales, el presidente de la sociedad polaneca aseguró que no es posible, no sólo porque muchos agricultores se cambiaron a la agricultura ecológica, reduciendo el número de tierras donde poder verter, sino porque, además, al amparo del sistema de gestión de las plantas crecieron las explotaciones ganaderas, por lo que sería necesario contar con muchas más tierras que hace años, cuando la realidad es que hay bastantes menos.