El 26 de mayo el Real Madrid acarició el cielo en Kiev con su tercera Liga de Campeones consecutiva, pero lo que parecía una fortaleza se convirtió en apenas unos meses en un castillo de naipes. Y hoy no hay una sola carta que se mantenga en pie. 

El cuadro merengue completó su viaje al infierno en el Camp Nou, donde cayó humillado ante el Barcelona. Una derrota en el ‘clásico’ que deja a los blancos novenos de la clasificación con 14 puntos en 10 jornadas por detrás de equipos como Getafe, Levante, Valladolid, Alavés o Espanyol, y que condena a Julen Lopetegui.

Las salidas de Zinedine Zidane y de Cristiano Ronaldo, los buques insignia de las tres Champions seguidas, dejaron al equipo muy debilitado. La escuadra de Chamartín fichó al por entonces seleccionador español para que asumiera las riendas, pero no reinvirtió los más de 100 millones de euros que recibió por el luso en traer un ‘crack’ que pudiera tapar el agujero del portugués. Y ese hueco parece un cráter imposible de saltar. Y es que, si algo ha echado de menos el bloque madrileño esta temporada han sido los goles del portugués: lleva apenas 21 tantos en 14 encuentros.

A la crisis anotadora, a las lesiones y a esa cierta dosis de mala suerte se une también la baja forma de algunos futbolistas clave de la plantilla. No hay un jugador que se salve de la crítica. La primera parte en la Ciudad Condal ratifica esa sensación.

Antonio conte. La temporada es muy larga y el Real Madrid tiene potencial para cambiar la dinámica en la que vive y terminar con algún trofeo en sus manos. Pero lo hará, en principio, en otras manos, ya que el adiós de Lopetegui parece cuestión de horas. Según los medios italianos, el que fuera entrenador del Chelsea Antonio Conte, que actualmente se encuentra sin equipo, está listo para ponerse al frente de la escuadra merengue.