El borrador del plan de cuenca del Tajo presentado ayer por el Ministerio es «un muy buen plan para Castilla-La Mancha». Así lo indicó ayer la consejera de Fomento, Marta García de la Calzada, quien no dudó en destacar que con este texto se da «un primer paso» para garantiza las demandas hídricas de la región, tanto desde el punto de vista agrario y de abastecimiento humano, como para el necesario impulso del sector turístico e industrial. Como dijo, «el agua no va a ser nunca un cuello de botella para nuestro desarrollo».

 En este sentido, hizo especial hincapié en el establecimiento de una reserva de 400 Hm3 no trasvasables en los pantanos de cabecera, Entrepeñas y Buendía. Una cantidad que «casi duplica» los 240 Hm3 que establece el vigente plan y que supone el 40 por ciento de la capacidad total de ambos pantanos.

«Nunca en la historia de esta región se ha conseguido una reserva mínima no trasvasable tan elevada como la que plantea este plan», insistió García de la Calzada. Según dijo, con este límite a los trasvases se logrará una provisión continua para Castilla-La Mancha ahora y en el futuro, «incluso en épocas de sequía».

También quiso destacar el peso específico que adquieren Toledo y, sobre todo, Talavera de la Reina, en la planificación del río, los dos mayores núcleos urbanos por los que transcurre el Tajo a su paso por territorio español. A juicio del Gobierno, el caudal mínimo de 10 m3 por segundo que se marca para el Tajo a su paso por ambas ciudades supone una total garantía para la sostenibilidad de la cuenca.

Yen el caso concreto de la Ciudad de la Cerámica, la consejera destacó que se pone fin «a un injustificado olvido». «Nunca hasta ahora se había reconocido un caudal mínimo por Talavera de la Reina, siendo como es la mayor ciudad por la que pasa el río».

La Junta de Comunidades también está satisfecha con la vertiente económica de este borrador, dotado con 1.100 millones para inversiones en Castilla-La Mancha. Dinero que se destinará prioritariamente a depuración y mejora de la calidad del agua y donde Talavera y sus regantes también tendrán un peso especifico, con la prevista elevación del arroyo de Las Parras.

 Otras obras incluidas en este texto son la mejora del abastecimiento para las mancomunidades de La Muela y el Guadiela.

Ahora que se abre el periodo de alegaciones a este borrador, la consejera destacó el hecho «trascendental» de que el Gobierno central haya puesto sobre la mesa este texto, tras ocho años de silencio y retrasos por parte del anterior equipo socialista. No hay que olvidar que la UE exigió a España tener todos los planes de cuenca listos en 2009 y, a día de hoy, solo hay nueve aprobados, lo que le puede costar al Estado una multa de 80 millones.

Por ello, puso en valor que «haya sido de nuevo un Gobierno del PP el que ha puesto en marcha la revisión del Plan del Tajo», a la vez que calificó de «esperpento» las propuestas socialistas que, como recordó, nunca se clarificaron en un documento oficial. En su opinión, las «controversias estériles» del PSOE sólo vienen a «tapar su vergüenza» por no ser capaz de cerrar un consenso en torno al agua.

No obstante, no quiso entrar a valorar el posible rechazo de este plan entre los regantes del Levante, pues, como dijo, «este es el plan de cuenca del Tajo», no del Segura.