Casas pide a la Junta que no se ponga «de perfil» con las plantas de purines

J.F.
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El alcalde de Consuegra solicita al Gobierno regional y a su presidenta que «defiendan» el empleo, a los ganaderos de Castilla-La Mancha y el medio ambiente de la región

Casas pide a la Junta que no se ponga «de perfil» con las plantas de purines

El alcalde de Consuegra, Benigno Casas, donde se encuentra una de las plantas de cogeneración de tratamiento de purines de la provincia -la otra está en Polán-, ha pedido al Gobierno regional y a su presidenta, María Dolores de Cospedal, «que se pongan de frente, porque ahora están de perfil» ante el problema suscitado por la intención del Ministerio de Industria de modificar las primas por generación de energía de estas plantas, lo que supondría su cierre inmediato ante la «ruina» que esta orden implica.

«La consejera de Agricultura -María Luisa Soriano- no hablado al respecto, ni públicamente ni conmigo, pese a que he solicitado varias veces un encuentro con ella», indicó Casas, para quien la postura del Ejecutivo regional es significativa por su silencio. A este respecto, solicitó que tanto Soriano como Cospedal «defiendan el empleo, a los ganaderos y al medio ambiente de la región».

Casas, que defendía su declaración pública como responsable de un municipio afectado, no para politizar el asunto -«no he preguntado a los ganaderos si han votado al PSOE o al PP»- recordaba el «malestar» entre los productores de porcino por esta orden ministerial que podría echar por tierra un proyecto que en el caso de su municipio supuso una inversión de 30 millones de euros al amparo de un acuerdo entre Industria y Agricultura para garantizar la viabilidad de estas plantas por un periodo de 15 años, pese a que en el caso de las de la provincia sólo llevan funcionando cinco.

No mediar en el conflicto por parte de la Junta e intentar que Industria se replantee su postura, además de generar «inseguridad jurídica» por la ruptura de ese acuerdo entre ministerios en 2007, puede suponer, desde su punto de vista, un flaco favor a la economía regional, ya que puede entrañar ahuyentar a los inversores que tengan fijada su vista en Castilla-La Mancha.

Y todo ello sin olvidar el problema de fondo, y es que si se cierran estas plantas se vuelve a dar lugar al problema medioambiental,  que es el que precisamente motivó la creación de estas plantas de cogeneración. En este sentido, recordó que en su pueblo las balsas de excedentes de purines de los ganaderos están a rebosar y no hay un plan B que aplicar mientras se resuelve el problema, más allá de la colaboración de agricultores vecinos que ceden sus tierras para que se puedan verter parte de estos excedentes.

Sin embargo, esta solución tiene viabilidad en un plazo más que corto, porque los animales siguen generando purines y la planta de Consuegra, de la que viven unas 30 familias, lleva cerrada ya algunas semanas. La única medida posible es que los agricultores cuenten con su propio plan de gestión, pero esto a día de hoy resulta más que complicado, explicó el alcalde, en tanto que es necesario realizar una inversión y unas gestiones que llevan su tiempo, más allá de que algunos ganaderos, al amparo del funcionamiento de estas plantas, han llegado a deshacerse de los vehículos necesarios para el transporte de los excedentes.

«Territorios, ríos y acuíferos corren peligro», recordó Casas, que agregó que el problema con Industria podría solucionarse si hay «voluntad política» y se deja de equiparar a estas plantas con los parques eólicos o los solares, puesto que las instalaciones de cogeneración de purines, además de generar energía -es plantea un recorte del 40 por ciento de las primas con carácter retroactivo, lo que en el caso de Consuegra supondrá devolver unos tres millones de euros- solucionan «de un plumazo» un problema medioambiental, que, abundó el alcalde, fue el que motivó la creación de las mismas.