El presupuesto de 22.800 euros presentado por la empresa ‘2011 Técnica y Artesanía SL’ para implantar un sistema de impulsos eléctricos en el tejado de La Colegial para evitar la anidación en el edificio de las cigüeñas es demasiado elevado tanto para la parroquia como para la Concejalía de Medio Ambiente, sin embargo el responsable de ésta última, Florencio Gutiérrez, reconoció a este diario que ellos apoyan que esta inversión se realice por fases para que así el gasto total pueda ser más asumible por ambas partes. «Yo abogaría por implantar primero el sistema en la entrada principal», señaló.
Aunque reconoce que el cometido de la obra corresponde a la parroquia, indicó que ambas partes firmarán un convenio de colaboración mutuamente. «Sacar ese dinero de una partida presupuestaria es prácticamente imposible. Supongo que no lo haremos todo de golpe sino que lo realizaremos por fases», comentó. No obstante, todo está pendiente de la proclamación del nuevo alcalde que tendrá que ser quién definitivamente autorice este acuerdo entre ambas partes para intentar paliar la problemática que ocasionan dichas aves en el recinto.
Antes de acometer este proyecto, Gutiérrez espera poder instalar los dos nidos en la isla junto al río Tajo que facilitarían el cambio de hogar de las cigüeñas. Además, restó importancia a la intensidad de las descargas eléctricas que emite este sistema. «Es como una especie de vibración del móvil. Supongo que dará una pequeña corriente que no afecte ni a palomas ni a gorriones. Me gustaría tocarlo para comprobar su intensidad pero no es la típica descarga de los pastores», recalcó irónicamente.
Para llegar a un acuerdo en esta materia, el párroco de La Colegial, Daniel León, y Florencio Gutiérrez tienen pendiente una conversación para analizar las posibles opciones para acabar de raíz con esta problemática. Y es que, si solamente se quiere implantar este sistema electroestático en un primer momento en la entrada principal de la iglesia de Santa María La Mayor el precio sería de 6.308 euros.
El sistema es extensible, es decir, la implantación de este método de ahuyentar a las aves de este edificio permitiría que pasados unos años se rematara su instalación en las demás zonas afectadas.