Literalmente, «se nos quedó cara de tontos». Son las primeras palabras que le salen a Fran Cano a la hora de valorar lo que sucedió el pasado domingo en el Salto del Caballo en el encuentro que el CD Toledo perdió frente al Atlético Ibañés (1-2). El técnico murciano reconoció varias veces que debieron cerrarlo antes con todas las ocasiones que tuvieron. Y es que, «aunque parecía que estaba controlado, no hacer el 2-0  te puede provocar esto».

Desde su punto de vista, uno de los motivos que provocó ese final de partido es que el rival «te va empujando y te hace acumular gente atrás», pero piensa que su equipo tuvo que «aprovechar los espacios que había en ese momento y haber acertado en la portería contraria». Fran Cano se lamentó una y otra vez de que el Ibañés «no generó casi nada» y de que «en un pase interior» les hicieron el 1-1.

En cuanto a la falta lateral que generó el 1-2, el entrenador del cuadro capitalino aseguró que fue uno de los trabajos de la semana, defender este tipo de acciones porque el conjunto albaceteño cuenta con un futbolista de 1,90 como Manu Monteagudo. «Sabíamos que las atacaba al primer palo y lo hicimos bien durante todo el partido», explicó.

Asimismo, el murciano añadió que su equipo volvió a merecer «mucho más» porque ya en la primera parte dispuso de «dos o tres ocasiones claras para haber abierto antes el marcador». Por supuesto, en la segunda parte también admite que se dieron situaciones suficientes «para marcar el segundo».

En cuanto a los minutos finales, que últimamente le están saliendo caros al CD Toledo, Cano reconoce que son «muy complicado» y que es algo que están trabajando. Desde su punto de vista, el aspecto mental influye mucho en cómo lo encaran. Por eso, supone «un palo para los jugadores», pues «iban 1-0 y trabajando para hacer el segundo», así que piensa que «no es justo» para los méritos que hizo el equipo verde el pasado domingo.

Entiende el técnico que hay dos lecturas, «una del resultado y otra de los 90 minutos», y considera que hicieron «muchas cosas bien», pero que al final «lo que queda es el marcador». Finalmente, le empieza a molestar un poco que ya haya pasado varias veces: «En los partidos que hemos perdido, los rivales nos han ganado con muy poco». De esta manera, considera que deberán «conceder menos para llegar al final con un resultado más holgado».