Inseguridad, jaleo nocturno y droga en la calle Navidad

J.Monroy/Toledo
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Los vecinos del entorno denunciaron en la Junta de Distrito de Santa Bárbara una situación que recuerda mucho a la de las antiguas Cuarenta y Ocho Viviendas Sociales del Polígono

El entorno de la Plaza de los Toreros - Foto: David Pérez

Varios vecinos de Santa Bárbara acudieron desesperados el pasado martes a la Junta de Distrito de su barrio para denunciar una situación de inseguridad y tráfico de drogas en el entorno de sus viviendas. No pueden dormir por las noches, ven desde sus casas peleas y el trapicheo, y han llegado a sufrir alguna intimidación.

La situación se viene agravando, explicaron los afectados, desde hace tres años. Fue entonces cuando comenzaron a vivir en un edificio de cuatro plantas en la calle Navidad una serie de personas que no respetan las nociones mínimas de convivencia, y que los vecinos entienden que pueden ser ocupas.

En realidad, el relato de estas personas de Santa Bárbara vino a recordar en ocasiones a lo que contaban en su día los residentes del entorno de las Cuarenta y Ocho Viviendas Sociales del Polígono. No pueden dormir ni en invierno ni en verano. «Tú te acuestas cada noche preguntándote a qué hora te van a despertar, porque es impredecible», llegó a explicar uno de ellos. A las dos o las tres de la madrugada se repite cada noche el ritual de las peleas y lanzamientos de objetos. Cuando acude la policía, alertada por los vecinos, alguien siempre avisa, y la situación se calma por momentos, de manera que los agentes tan sólo ven a un grupo de personas pacíficamente en la calle, contra las que no puede hacer nada. Aunque en alguna ocasión sí ha habido persecuciones por parte de los agentes, no es lo habitual. En verano, la situación se complica más con «jaranas interminables».

Pero eso es sólo el principio. Los vecinos denunciaron en la Junta de Distrito que la falta de seguridad en toda la zona se ha hecho «lamentable y contante». Desde sus casas ven trapicheos de droga.

En consecuencia, pidieron una solución en la Junta de Distrito. No saben si estas personas están en el bloque de forma legal o ilegal, pero entienden que el Ayuntamiento o la Policía «tienen que hacer algo». Porque cuando llegue el verano los vecinos tienen que tener una solución, o si no, «¿qué tenemos que hacer nosotros?».

Miedo a más problemas. Además, los perjudicados expresaron en la Junta de Distrito su temor de que esta situación pueda empeorar. Les preocupa la obra que ha comenzado el Ayuntamiento a través de la EMV para adecentar una pequeña plaza en la calle Esparteros.

Los residentes en el edificio, explicaron, ya la están haciendo suya. Pero el temor de los vecinos es sobre todo que el nuevo espacio público incida en que haya allí más reuniones y más trapicheos de droga. Los responsables municipales les respondieron que será un nuevo lugar muy a la vista, que no beneficiará para nada este tipo de prácticas. Igualmente, los vecinos denunciaron la situación de las ‘casitas bajas’. Si antes quedaba una familia viviendo en ellas, denunciaron, ahora hay otra más. La situación, les explicó la concejal Ana Saavedra, está en manos de los tribunales. Cuando se produzca el desalojo por orden judicial, el Ayuntamiento podrá derribar toda la zona.