Aún no ha empezado la campaña electoral en Andalucía, pero la mecha ya está encendida. Y no ha sido por los reproches entre los candidatos a la Junta, que competirán el próximo 2 de diciembre en las urnas, sino por unas controvertidas declaraciones de la vicesecretaria sectorial del PP, Isabel García Tejerina, quien ayer expresó su preocupación por el «deterioro de la Educación» en España poniendo como ejemplo que en la región gobernada por Susana Díaz, «un niño de 10 años sabe lo que uno de ocho años en Castilla y León».

La también exministra de Agricultura se pronunció así en una entrevista en TVE al ser preguntada por el acuerdo al que se llegó el pasado miércoles en el Congreso para que la Filosofía vuelvan a tener peso en Secundaria y Bachillerato.

Pero su comparación -basada, según apuntó, en el informe PISA, que evalúa los sistemas educativos de todos los países y sitúa a las comunidades gobernadas por el PP entre las primeras, mientras que en Andalucía están «los peores datos- no fue bien recibido desde el territorio señalado y sus palabras agitaron la precampaña y aunaron las críticas del resto de partidos y el rechazo del propio PP andaluz.

Si bien Tejerina matizó sus palabras y recalcó que «los niños y profesores andaluces son de 10», pero la gestión educativa de 40 años de Gobiernos socialistas es «absolutamente ineficaz», la gasolina ya estaba echada.

Díaz manifestó que ve un «desdén supremacista» en esas afirmaciones de la diputada vallisoletana y criticó la «ignorancia total» y el «desconocimiento» con el que la que fuera integrante del Gobierno de Mariano Rajoy habla de la Comunidad. Así, la presidenta autonómica agregó que las declaraciones «son fruto del caldo de cultivo que ha generado la derecha andaluza durante años», que al hablar mal de la Comunidad, «ha incrementado el clasismo y el desprecio de sus dirigentes a nivel nacional con esta tierra».