«He intentado transmitir algo de épica a mis dibujos sobre el señor de Orgaz. Normalmente nos lo imaginamos postrado, como el Greco lo pintó en su cuadro, pero yo he intentado imaginarlo a caballo, frente a la vista de Toledo bajo la tormenta, como si se tratase de un western, casi». Héctor Caño describe con estas palabras una de las imágenes más poderosas de su último trabajo, un cómic («más bien, un libro ilustrado», puntualiza) dedicado al protagonista del gran cuadro de Domenikos Theotokopoulos que se conserva en la iglesia parroquial de Santo Tomé y que la Editorial Celya y la Sociedad de Eventos Culturales El Greco presentarán próximamente, acompañado de explicaciones que ya han sido traducidas al inglés y al francés. «La idea está dirigida no solamente al lector infantil y juvenil, sino a todas las personas que deseen acercarse a la obra del Greco», explica su autor, que ha plasmado en su trabajo desde personajes de la sociedad toledana del siglo XVII, como Diego de Covarrubias, hasta obras como La Dama del Armiño y El Expolio.
Caño, formado en la Escuela de Cine de Madrid y en la Facultad de Humanidades de Toledo, es uno de los contados toledanos que han dedicado sus esfuerzos al mundo del cómic, junto con referentes de la talla del ilustrador Juan Manuel Cicúendez (natural de La Puebla de Almoradiel y con más de medio siglo de experiencia en publicaciones como el semanario francés Spirou) o el colorista Manuel Cobo, de la localidad de Recas, que trabaja para la editora estadounidense Bluewater Productions.
«No sabría concretar cuáles son mis influencias como dibujante», reconoce el autor de El entierro del Conde de Orgaz, que también es escritor y editor, y cuyos trabajos pueden conocerse a través de la web Eneasbeat Cartoon & Comics (www.eneasbeat.com). «Me gusta mucho el cómic americano, pero también el europeo, así que supongo que en mi obra habrá parte de los dos». En el caso de su último trabajo para Editorial Celya, «lo que me interesaba era traducir las pinturas del Greco al lenguaje actual, algo que he intentado conseguir a través de trazos fuertes, siluetas, grandes manchas de contraste». El resultado salta a la vista en blanco y negro -«así es como puede apreciarse mejor el trazo»-, aunque se presentará finalmente a color.
No es la primera vez que Héctor Caño se vale de Toledo para sus proyectos, por mucho que, explica, los escenarios que más le interesan estén bastante alejados del referente monumental de esta ciudad y se centren, por ejemplo, en la sociedad norteamericana contemporánea. La leyenda del Hombre de Palo, en este sentido, es una excepción. Su autor interpreta en este trabajo la conocida leyenda toledana a través del mito medieval judío del Gólem.Esta sugestiva mezcla, trasladada al cortometraje de animación, ganó la primera edición del Premio Toletum, otorgado a la mejor película con temática e imágenes toledanas dentro de los Premios de Cortometraje Ciudad de Toledo.
«La ventaja del cómic es que no tiene límite de presupuesto. Solamente lo que seas capaz de dibujar, desde naves espaciales hasta rascacielos, pasando por ciudades de todo el mundo». Una mezcla de todo esto hubo en Legion Cosplay, su primer trabajo publicado con Editorial Celya, una firma cada vez más interesada en la edición de cómics y de biografías ilustradas.
Según Caño, el interés de los toledanos por el cómic es similar al que existe en cualquier otra ciudad española de similares dimensiones, aunque con la ventaja añadida de la cercanía a Madrid y sus muchas posibilidades. «Creo que el cómic es un género que lleva muchos años sosteniéndose con identidad propia. Existe un Premio Nacional de Cómic, hay librerías especializadas, encuentros internacionales, referentes en el cine y la literatura, especialistas universitarios que analizan el fenómeno con metodología científica... Hoy se entiende como una parte más de la cultura contemporánea. Hace mucho que dejó de ser entendido como un reducto para friquis. Ni siquiera como un fenómeno underground».