Condenan al Sescam por el retraso en tratamiento de cáncer

Leticia G. Colao/ L.T.
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El talaverano José Ignacio Vidal falleció en 2014 a los 63 años tras el retraso de 10 meses en el diagnóstico y tratamiento de un cáncer de vejiga.La sentencia asegura que el «retraso del diagnóstico privó al paciente de toda expectativa de curación"

El juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Toledo ha condenado al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) a indemnizar con 73.814 euros a la mujer y a los dos hijos de José Ignacio Vidal, quien murió a los 63 años en 2014 tras el retraso de 10 meses en el diagnóstico y tratamiento de un cáncer de vejiga.

Así lo explica la sentencia a la que ha tenido acceso La Tribuna,  tras una denuncia tramitada por el abogado Carlos Sardinero, de la Asociación ‘El Defensor del Paciente’. En la misma, se recuerda que el talaverano ya padeció otro cáncer de vegija en 2009, del que fue tratado en el Hospital Nuestra Señora del Prado, «antecedentes que además fueron infravalorados».  

El tumor se reprodujo en 2013 aunque antes de saberlo con seguridad, Vidal y sus familiares asistieron al Servicio de Urgencias del centro hospitalario, donde en marzo de este año fue sometido a una citología de orina, que resultó «sospechosa de malignidad», así como a una resonancia magnética y a un TAC abdominopélvico que confirmaron la presencia de una imagen «sugerente de proceso neoformativo en la pared vesical».

La sentencia señala que los hallazgos de este TAC no dejaban lugar a dudas en cuanto a que el cáncer de vejiga había reaparecido y, además, «de una forma muy agresiva, ya que la imagen describía un tumor músculo-infiltrante y, por ello, la urgencia quirúrgica era máxima para el pronóstico del paciente». Sin embargo, ‘El Defensor del Paciente’ ha denunciado que el diagnóstico definitivo no se produjo hasta enero de 2014, más de diez meses después y que, además, fue «casual», dado que se produjo cuando el paciente ingresó en el hospital por una trombosis venosa profunda, «derivada del cáncer», mientras permanecía en lista de espera para ser sometido a la biopsia del tumor de vejiga.

Así lo explicó a este diario su hija Gema, quien añade que desde el Servicio de Urología les aseguraban que el retraso se debía, en parte, «al lío con las vasectomías».