Los nuevos gestores nombrados por el PSOE en la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) se han contagiado de los vicios de sus antecesores. A punto de acabar el primer año de legislatura, con cero pisos construidos, han elaborado un plan de ajuste de sus cuentas en el que prometen que son capaces de adquirir «un ritmo de promoción constante y pausado de en torno a 90-100 viviendas al año», y añaden que es un cálculo «prudente».
Ponen sus esperanzas en procesos que quedan fuera de sus competencias como el programa urbanizador de la Peraleda, aprobado por el Ayuntamiento hace dos años pero en el que la entidad privada que lo gestiona no ha dado ni un paso sobre el terreno.
Aún así la EMV se aventura a vaticinar que «dicho desarrollo iniciará inmediatamente su urbanización por lo que la construcción será viable en los próximos meses». Y, como confían en que el Ayuntamiento les ceda buena parte del suelo que le debe recibir por ley, afirman que van a poder levantar 208 pisos de precio tasado y otros 278 de protección oficial, con lo que ya habrían cubierto las expectativas. Así de fácil.
Pero el plan de ajuste tiene más medidas. Por ejemplo la venta de 55 viviendas que están en alquiler, la de otras dos que tienen «en stock» y la de otros tres locales comerciales y una vivienda más (por estas cuatro últimas propiedades esperan sacar 975.000 euros).
También dicen que tienen suelo por valor de ocho millones de euros sobre el que pueden levantar otras cinco promociones de vivienda siempre que cuenten con colaboración privada. Y no descartan recibir más terreno de los desarrollos urbanos del Plan de Ordenación Municipal que vayan aprobándose.
Para evitar la aparición de deudas, en lugar de comprar el terreno al Ayuntamiento proponen que se adscriba directamente a favor de la EMV «un aparte de los aprovechamientos lucrativos» que recibe la ciudad en cada desarrollo y luego será la empresa quien decida si realiza las promociones directamente o aliada con algún promotor privado.
Grandes expectativas. A continuación el informe del gerente reconoce que « la situación del mercado inmobiliario está ralentizando los proyectos» y que los bancos no dan créditos pero concluye que Toledo capital es como una isla ya que sigue existiendo demanda y en el Ayuntamiento no paran de entrar propuestas de programas de actuación urbanizadora (PAU) que deberían convertirse en realidad a medio o largo plazo.
El catálogo de planes parciales en disposición de ponerse en marcha esta encabezado por los aprobados en la Peraleda con 2.262 viviendas, Valdecubas (6.986) y San Bernardo (2.054). Le siguen en calidad de «presentados» Buenavista-Observatorio (555); Cerro de los Palos (782); Huerta del Rey (985); ampliación del Polígono (3.862); Pinedo-Valdecubas (1.996); Alberquilla Este (2.948); Alberquilla Oeste (2.782); La Peña-Azucaica (1.260).