El primer Mazda MX-5 se presentó al público el 9 de febrero de 1989, con motivo del Salón del Automóvil de Chicago y causó sensación. Los diseñadores e ingenieros crearon un biplaza descapotable con motor en posición delantera longitudinal y tracción trasera, suspensiones de doble trapecio, una perfecta distribución del peso al 50% entre los dos ejes y bajo momento de inercia. Todo para una agilidad máxima y a un precio asequible. Se convirtió instantáneamente en un éxito a escala mundial.
Hoy, casi 30 años después, la marca japonesa presenta su nuevo MX-5 2019 recorriendo la Transfagarasan, una de las carreteras más legendarias del mundo. 151 kilómetros de curvas en horquilla, subidas y bajadas abruptas a través de Rumanía. Este trazado es el escenario perfecto para poner a prueba el Mazda MX-5 2019. El mítico descapotable tiene ya 29 años, más de 280 premios y un millón de unidades fabricadas a sus espaldas, lo que lo convierte en el roadster más vendido del mundo según el récord Guinness. Conducirlo es la manera perfecta de sentir la filosofía Jinba Ittai de Mazda: jinete y caballo unidos, coche y conductor en armonía.
El Mazda MX-5 de cuarta generación es el más ligero desde el original. Es más corto, bajo y ancho que la anterior versión, presenta los voladizos más cortos y el centro de gravedad más bajo hasta la fecha. Tiene un aspecto potente y sencillo, con las proporciones de los biplazas clásicos, al mismo tiempo que refuerza los valores básicos de agilidad, ligereza y placer de conducción.
La nueva versión refina su diseño, su estructura interna, su comportamiento dinámico y añade novedades. Además, sus motores tienen más potencia sin perder sus consumos y emisiones reducidas. Y, por encima de todo, continúa ofreciendo la máxima diversión al volante.
Entre las novedades estéticas se incluyen nuevos colores de las llantas de aleación y la opción de poner la capota de lona en color marrón. Mejora en su interior la comodidad y el sentimiento de unión con el coche gracias a un ajuste telescópico en el volante, una función más ergonómica de reclinación en los asientos y una apertura de puertas más cómoda.
Por último, añade cinco nuevos elementos de seguridad: la asistencia a la frenada (con detección frontal de peatones y vehículos), el sistema de asistencia trasero, el detector de fatiga, sistema de reconocimiento de señales de tráfico y la cámara de visión trasera.
Más que nunca, el Mazda MX-5 está construido para ser una prolongación del conductor. Conserva su sencillez tradicional, pero la complementa con altos niveles de calidad, confort y equipamiento; destaca especialmente el sistema de comunicación y entretenimiento MZD Connect, con pantalla táctil en color y mando HMI multimedia.