La obra de Dalí llega a Toledo de la mano del empresario Bofill Pellicer

Francisco J. Rodríguez
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La muestra de arte contemporáneo con más de 500 obras del artista que se piensa instalar en la sede de la Cámara de Comercio es de su propiedad y se trata de parte la Colección Clot

El anuncio de la instalación de una exposición permanente de arte contemporáneo con obras originales de Dalí en el edificio de la Cámara de Comercio en la plaza de San Vicente ha puesto en alerta a la comunidad museística de toda España. Desde que el pasado 13 de noviembre se presentara la iniciativa en el Ayuntamiento de Toledo con el anuncio de que la muestra contaba con unas 500 piezas originales de Dalí, los expertos en arte contemporáneo de Toledo, Madrid y Cataluña se han preguntado la identidad del misterioso coleccionista privado y la autenticidad o no de esa muestra.

Según ha tenido acceso La Tribuna, el coleccionista privado que ha orquestado todo el proyecto no es otro que Juan Javier Bofill Pellicer, el empresario propietario de 'Faber Gòtic SL', una sociedad constituida en Barcelona en 1997 con el objeto social de organizar exposiciones de obras de arte, comercializar con las obras expuestas y gestionar fondos de arte.

Bofill Pellicer cuenta en propiedad con una notable cantidad de obra original de Salvador Dalí, principalmente escultura y litografías. La autenticidad o no de esas obras ha generado polémica, y aunque bien es cierto que muchas de sus esculturas aparecen en el catálogo de Descharnes (uno de los principales biógrafos de Dalí) sobre escultura del artista de Figueras, la Fundación Dalí nunca ha expertizado las obras de Bofill.

Bofill expone su colección en Barcelona capital desde 2004 en lo que era popularmente conocido como 'El Museo Dalí Escultor', alojado en régimen de alquiler en las instalaciones del Círculo Artístico de la ciudad Condal, en su mismo Casco Histórico, a escasos metros de la Catedral.

Dicha exposición incluye más de 40 esculturas del genio catalán, 26 de ellas de la llamada Colección Clot. Esta colección de arte permanece expuesta al público en Barcelona, aunque toda referencia a Dalí en la cartelería de la misma ha sido retirada toda vez que una sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Barcelona del 12 de junio de 2012 ordenó el cierre de la muestra.

La Fundación Gala-Salvador Dalí fue la denunciante, alegando una vulneración de los derechos de marca de la propia Fundación Dalí, los derechos de propiedad intelectual patrimoniales sobre la obra del genio del surrealismo y competencia desleal.

El Juzgado estimó parcialmente la demanda y condenó a la empresa Faber Gòtic a cesar «con carácter inmediato y para el futuro» en la explotación de los derechos de la marca y de imagen infringidos y a pagar las pertinentes indemnizaciones.

Por su parte, Bofill llegó a presentar con anterioridad una demanda contra la Fundación Dalí por monopolizar el nombre del artista, aunque su reclamación no llegó a cuajar.

Los problemas de Bofill Pellicer con la Fundación Dalí han sido clave para que el coleccionista de arte trate de buscar una nueva ubicación a su muestra y se aleje de polémicas, tal y como así ha podido confirmar este periódico de fuentes de la propia Cámara de Comercio.

La Tribuna ha intentado sin éxito ponerse en contacto con el empresario de arte Juan Javier Bofill, que pese a todo no se ha encargado de realizar las gestiones de su llegada a Toledo. Una mujer es la persona que ha llevado las negociaciones con la Cámara de Comercio de Toledo, en las que ha primado por encima de todo la discreción.

La presidenta de la Cámara de Comercio, María Ángeles Martínez, ha rehusado confirmar a este medio la identidad o no del coleccionista, aunque sí ha confirmado que el próximo lunes está previsto que comiencen los trabajos de traslado en la sede de San Vicente para dar comienzo a unas obras de acondicionamiento y reforma que deben de estar terminadas en los próximos seis meses para, de cara a abril o mayo del próximo 2016 se pueda abrir este nuevo espacio cultural de la ciudad.

De esta forma, de confirmarse oficialmente, la llegada de Bofill Pellicer a la ciudad no estaría exenta de polémica tras su difícil situación en Figueras, a la que hay que sumar además su actuación en la ciudad alemana de Weimar, en donde adquirió la casa de la baronesa Charlotte von Stein, musa del escritor Johann Wolfgang von Goethe, en 2008 por un precio de 320.000 euros con la promesa de reformarla en tres años bajo un presupuesto de 1,5 millones de euros. El proyecto sigue aún en el aire.

El principal problema de la instalación de la muestra de Bofill en Toledo no vendría por el derecho que tiene todo coleccionista privado a mostrar su propiedad al público, sino al cobro de una entrada bajo el reclamo de la marca Dalí, propiedad de la Fundación que lleva su nombre.

En Barcelona, contemplar la obra del anteriormente conocido como 'Museo Dalí Escultor' cuesta 10 euros.