El objetivo es aprovechar el recinto para ser «un potente referente ferial»

C.M.
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El alcalde, que apreció «la vocación mayor que la ferial» para el espacio presentado, adelantó que para Toledo este nuevo equipamiento debe «significar mayores oportunidades»

El objetivo es aprovechar el recinto para ser «un potente referente ferial» - Foto: David Pérez

Con la expectativa de que el Ferial tenga una «repercusión muy positiva» para el sector comercial y hostelero de la ciudad, quiso la edil de Turismo destacar el «acierto» de acercar un espacio como el planteado al Casco histórico, lo que pondrá en evidencia que «la demanda de esta zona mejorará la cantidad de las actividades programadas».

Ana Isabel Fernández Samper, que apuntó que la ubicación del recinto en «este lugar estratégico» de la ciudad será «una oportunidad» única, informó de que el objetivo del proyecto alcanza mucho más que a las celebraciones anuales establecidas en Toledo ya que quiere ser «un emplazamiento ideal para convertir a la ciudad en un referente y destino de eventos».

En este punto, señaló que además del aspecto contenido en la política de congresos, el nuevo recinto permitirá la celebración de distintas ferias, propiciando así la elaboración de un «calendario anual y potente».

De hecho, y sabedor de que este asunto conforma «una permanente demanda de los mercados», Emiliano García-Page destacó la conveniencia de «poder establecer una agenda de actividades comerciales» en un emplazamiento inmejorable. De hecho, y asegurando que se reciben muchas peticiones de este tipo, el alcalde apuntó a la posible organización de una «importante feria de antigüedades» para Toledo.

Esto generaría importantes beneficios al sector comercial y hostelero de la ciudad y significaría un nuevo «nicho de mercado» turístico «en pleno desarrollo» en el que comenzar a transitar. Por ello, volvió a insistir en que la es muy importante pensar a medio plazo y con la certeza de que Toledo «necesita un Ferial y no sólo para siete días al año».

Porque el espacio albergaría todo tipo de actividades, encuentros y propuestas. No en vano, la experiencia recogida en el aparcamiento de Azarquiel demuestra que esta zona «es muy atractiva y demandada» por su situación, sus comunicaciones y su cercanía al Casco.

En cuanto a la situación en la que se quedan los comerciantes instalados en el Paseo de la Vega, Page fue explícito al asegurar que «siempre contará con actividades», como las desarrolladas estos últimos días en torno al mercado medieval», porque el lugar «forma parte de la tradición diaria toledana».

Y porque parece estar todo cerrado en los aspectos relacionados con los intereses hosteleros de cada zona implicada, también dio por resuelto el asunto de los hosteleros con terrazas en la Peraleda ya que, sentenció, tendrán sus desarrollos con la urbanización residencial de la zona.

Así, y con todos los flecos ordenados y alineados, García-Page dio por presentado un nuevo recinto ferial «bonito con la ciudad de fondo» y «espectacular con las dos laderas del río», que además de dar respuesta a las demandas de los toledanos, habilita un lugar para el desarrollo de una agenda de actividades durante todo el año.