«Sueño con ir al Mundial de Barcelona»

Sergio Miguel
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Entrevista al atleta Lucas Búa, campeón de España júnior en 400 metros

«Sueño con ir al Mundial de Barcelona» - Foto: David Pérez

Tiene un sueño y va camino de cumplirlo. Lucas Búa lleva algo más de un año entrenando de forma específica los 400 metros lisos y se acaba de proclamar campeón de España en pista cubierta. Pero el toledano quiere más. Persigue la mínima para el Mundial de Barcelona.

Seguro que esta semana ha sido especial, después de lograr el Campeonato de España júnior de los 400 metros en pista cubierta. ¿Se ha notado?

Sí, mucho. Y también lo he visto en los medios de comunicación, pero tampoco es algo que me guste especialmente. Soy muy tímido y lo que de verdad me gusta es ganar, sin que me atosiguen.

Pues va a tener que acostumbrarse, porque en sólo un año entrenando esta disciplina ya ha conseguido dos títulos nacionales y una medalla de bronce.

De forma específica, sí es verdad que llevo un año sólo entrenando los 400 metros. Porque cuando era pequeño para lo que más me entrenaba era el cross, salvo algunas veces que hacía cosas de velocidad.

¿Cómo comenzó a practicar atletismo?

Pues empecé cuando tenía ocho años, creo que era el año 2003. Aunque el primer deporte que practiqué fue el fútbol. Por aquel entonces, mi padre me traía a correr con mi hermano, me gustó y ya no he parado nunca de hacer atletismo.

¿Sus hermanos también practican atletismo?

Sí, tengo dos hermanos y hacen atletismo. Manuel lleva algo más tiempo que yo y tiene un año más y luego está Inés, que va a cumplir quince y acaba de empezar con ello.

¿Por qué razón escogió el atletismo antes que el fútbol, que es lo que prefiere la mayoría?

A mí correr detrás de una pelota no me llamaba la atención, prefiero ir yo solo, que además voy pensando en mis cosas y supone una pequeña liberación.

¿Da tiempo a pensar en algo en una carrera de 400 metros, que dura menos de un minuto?

No sé. A veces voy pensando si llevo la técnica bien. O me tranquilizo cuando veo que marcho primero. También pienso que me tengo que regular si notó que me estoy cansando demasiado. Eso sí, sobre todo al pasar la curva, justo antes de acabar, siempre se me hace muy larga la última recta. Cuando cruzo la meta, si he ganado, me digo a mí mismo que lo he hecho bien, pero en cuanto pasa un minuto me tengo que sentar en el suelo porque es una prueba muy dura.

Entonces es cierto que da tiempo a vaciarse por completo.

Está claro. Y los buenos porque aguantan más. Pero en las carreras de las categorías júnior y juvenil, los atletas llegan exhaustos. Algunas veces me he mareado y he vomitado después de terminar una carrera por culpa de los nervios, la tensión y la acumulación de ácido láctico.

¿Se notan mucho los nervios antes de comenzar?

La verdad es que sí. Cuando ves que toda la gente te mira en la final y el juez te indica que te coloques en tu sitio, empiezas a notar la tensión.

Por ejemplo, en San Sebastián, ¿qué pasaba por su cabeza en el momento de la salida?

Pues lo primero que recuerdo de aquel día es que la salida la dieron en vasco, por lo que yo no entendía nada de lo que decían. Al ver que se colocaban los demás, hice lo mismo que ellos. La salida, de tanto entrenarla, se puede decir que es algo automático. Pero es imposible dejar la mente en blanco por completo y yo siempre pienso cómo me encuentro o me fijo en cómo están los demás.

¿A los rivales también se les conoce en estas categorías?

Sí, porque al final siempre acabas corriendo con los mismos, además de que sueles coincidir con ellos en las concentraciones. De ir a campeonatos, nos vamos conociendo todos.  

¿Y cómo acabó en las filas del Club Atletismo Toledo?

Mi padre fue el que nos trajo a mi hermano y a mí y supongo que fue porque es el más conocido en la ciudad. Entré en el Patronato y creo que después fui al Club Atletismo Toledo. Además, es como una pequeña familia.

¿Tiene algún ídolo en el que se fija?

Como hago velocidad, Usain Bolt y Jeremy Wariner, un atleta americano, especialista en 400 metros que ha sido uno de los que ha tenido una gran tayectoria.

¿Se pueden coger cosas de ellos viéndolos por televisión?

Apenas puedes coger nada de ellos para mejorar tu técnica porque no se dejan grabar en los entrenamientos, que es donde de verdad está guardado el secreto y no se le enseña a nadie. Sólo te fijas en pequeños detalles.

Pero desde sus ojos una prueba de atletismo se verá de una forma diferente al resto.

Eso sí. Cuando les veo correr suelo hacer pronósticos. Digo si uno va demasiado rápido y lo puede pagar al final, y muchas veces se cumple. En realidad es como si corriese en su lugar.

Dicen que los 400 y los 800 metros son las pruebas más complicadas de correr.

Los últimos 50 metros de estas dos carreras suelen ser los dos más lentos de todas las pruebas. En los 800 metros igual te sale una carrera lenta y te queda algo de fuerza para apretar al final. Pero en los 400 metros vas prácticamente todo el rato al máximo y no te puedes parar.

¿Queda espacio para la táctica en su disciplina?

Algo siempre hay, sobre todo cuando te fijas en que alguno sale demasiado deprisa al principio y tienes que mirar si después lo puede pagar. Pero tampoco demasiada, la verdad, porque acabas corriendo siempre a tope.

Habla como un experto, pero comenzó haciendo cross y sólo se ha especializado en los 400 metros en el último año.

Sí, lo primero que hacía era cross. Pero me costaba demasiado tiempo y hubo un momento en el que me di cuenta que no se me daba bien. Prefería las pruebas de velocidad y, además, los entrenamientos me parecen más divertidos.

¿Qué tal Rosique como entrenador?

La verdad es que muy bien. Ya llevo tres años con él y nos trata estupendamente. Es muy divertido entrenar con él y te enseña mucho con sus consejos.

Para este Campeonato de España, ¿le dio algún consejo especial?

Siempre me suele decir lo mismo, que estoy bien y que corra como sé. También insiste en que no me preocupe ni me ponga nervioso, pero luego lo estoy. No lo puedo evitar.

¿Se pone más nervioso en una carrera que antes de un examen?

Sí, sin ninguna duda. Porque para los exámenes siempre sabes que hay una segunda oportunidad. En una final de los 400 metros, si cometes un pequeño fallo, ya no tienes después tiempo para recuperarte.

La mejor manera de limar esos pequeños errores es practicando, ¿cómo sería un entrenamiento tipo para su prueba?

Lo primero es realizar un pequeño calentamiento, después hacer ejercicios de técnico y luego ya todo lo demás depende mucho del entrenador. Por ejemplo, dependiendo de la semana, lo normal es entrenar una hora y media cada día, unas cuatro o cinco veces por semana. Las salidas también se practican y luego también se pueden mejorar pequeños fallos, como sacar demasiado un brazo; cada error supone unas centésimas que pierdes y que son importantes.

Hay que sacrificarse mucho.

Sí, junto con el ciclismo y la natación, el atletismo es el deporte en el que más se entrena. Lo peor es que si te toca competir un sábado o un domingo, sabes que la noche anterior no puedes salir y después sueles estar cansado. Aunque no puedo salir tanto, al menos compensa.

Tanto que ha logrado ganar campeonatos de España entrenando sólo un año los 400 metros.

Sí, sobre todo desde que empecé a entrenar con Rosique noté que mejoraban mis resultados. La clave es que te exigen mucho y al mismo tiempo te cuidan. Cuando hice la mínima para el primer Campeonato de España ya me pareció muchísimo, pero después ha venido todo lo demás hasta que me encontré con un título que no esperaba.

Y ahora el gran objetivo es el Mundial de Barcelona.

Pero primero tengo que conseguir la mínima. Mi mejor marca al aire libre son 48,74, pero tengo que hacer 47,95. Es mi gran sueño y, aunque parece difícil, creo que es posible y lo puedo conseguir. Si no lo logro, no pasa nada porque el año que viene está el Europeo. No hay que obsesionarse en exceso con ello.