Las obras del Plan Urban acaban de empezar y a la vez están ocasionando una auténtica polvareda entre los grupos políticos municipales. El lunes el propio alcalde, Jaime Ramos, quiso salir al paso de las críticas en relación a estos proyectos y ya garantizó con rotundidad que se harán, a pesar de la oposición encontrada.

Este rechazo no procede tan sólo del PSOE, sino que ha habido ciudadanos que han manifestado su disconformidad con las intervenciones propuestas, entre ellas las de la plaza del Salvador y ahora también parece que las de San Andrés. Sobre este último, el alcalde quiso ayer confirmar que desde el equipo de Gobierno han hablado con los afectados por las obras de la primera obra de la iniciativa ‘10+4’, para asegurar que, en este caso, la principal preocupación es «si con la pérdida de aparcamientos será posible tener esa zona con la actividad que tiene».

Sobre este punto, el alcalde precisó que «lo bueno» de este proyecto es que es «versátil» y si una vez acabado se estima oportuno, «se puede dar paso al tráfico por la zona delantera de la parroquia de San Andrés, pero también, en momentos determinados donde interese unir Alfar con iglesia y crear un pequeño espacio, también es versátil para eso».

Ramos reiteró que este proyecto se ha llevado a cabo tras un proceso de exposición pública y «contando con mucha más gente de la que se ha contado nunca para ningunas obras en Talavera», por lo que insistió en que desde el equipo de Gobierno no tienen «ganas de poder perder oportunidades de mejorar barrios que lo necesitan».

Asimismo añadió que, en cualquier caso, se intentará que las obras sean «lo menos molestas» y «que los resultados sean los mejores para cada enclave de los elegidos».

Falta de acuerdo. Por su parte, el portavoz del Grupo Municipal Socialista, José Gutiérrez, aseguró que «habrá problemas» con los proyectos que pretenden mejorar la zona de Corredera del Cristo y Plaza del Reloj y la plaza del Salvador. Asimismo, habló de la creación de una comisión de vecinos que buscará modificar el proyecto de las obras de San Andrés, que se iniciaron hace tres días, todo ello, argumentó, por la «falta de acuerdo y consenso» entre los ciudadanos, vecinos y empresas.

Entre las razones de este malestar que surge ahora entre algunos vecinos, el PSOE considera que el alcalde «tiene mucha prisa» por acabar las obras antes de las elecciones, lo que ha tildado de «emergencia electoral». Si no se llevaran a cabo, «será muy visible que no ha hecho nada en esta legislatura». Sin embargo, Gutiérrez ha pedido que tenga cuidado, no vaya a ser que den un paso en falso y dentro de unos años la Unión Europea pida responsabilidades y haya que devolver el dinero.

El PSOE anunció a finales de la pasada semana que pediría la pralización de estas obras al considerar que estaban «descontextualizadas».