Más allá de denunciar la «falta de lealtad institucional» después de la visita del consejero de Educación, Cultura y Deportes, Marcial Marín, a la Vega Baja sin avisar al equipo de Gobierno, en el Ayuntamiento hablaron ayer de la «aberración» que supondría la posibilidad de convertir la Vega Baja en un pulmón verde en la capital regional.
El responsable de este departamento del Gobierno regional se desplazó, junto a algunos concejales del Grupo Municipal Popular y el delegado de la Junta de Comunidades en Toledo, Fernando Jou, para comprobar ‘in situ’ los trabajos de limpieza y acondicionamiento, que durarán unos quince días, con el objetivo de evitar que se produzcan incendios y «adecentar dignamente la zona».
Durante esta visita, Marín habló de proyectos, en concreto, de convertir Vega Baja en un pulmón verde que combine el uso universitario con el deportivo. Sin embargo, en el Consistorio toledano poco o nada saben de las intenciones del Gobierno regional si no es a través de lo que sale en la prensa.
«Sé que se han paseado por allí y que han estado tomando el sol supongo, pero no tengo conocimiento del trabajo que tienen que realizar», manifestaba ayer el concejal de Cultura, Jesús Nicolás.
En el equipo de Gobierno hablan de «consenso» como lo que a su juicio sería conveniente para esta zona. «Nos gustaría que cuanto antes se limpiara y se siguiera con los estudios arqueológicos poniendo sobre la mesa algunas propuestas de trabajo de cara al futuro».
Y esto es precisamente lo que ha hecho la Junta, según Marín, estudiar iniciativas que revitalicen la Vega Baja. Sin embargo, la propuesta no cuenta con el visto bueno del Consistorio puesto que, como aseguró ayer Jesús Nicolás, «plantar árboles en un yacimimiento arqueológico es la mayor aberración que existe». El edil entiende por pulmón verde «un espacio arbóreo y con mucha vegetación» que, sin embargo, «entraña importantes peligros para un yacimiento arqueológico».
Así, Nicolás consideró que tampoco lo entenderán «ni los arqueólogos, ni la Universidad, ni la Real Fundación, ni la comisión especial del Casco, ni el propio Ministerio de Cultura». «Cuando hablan de pulmón verde se me ponen los pelos como escarpias».