Artistas, por encima de con qué pinten

I.G.Villota
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Marta de Frutos muestra en el Hospital de Parapléjicos un total de 17 cuadros del centenar de los pintados con su boca desde que en 2011 accediese a la Asociación Mundial de Pintores con la Boca y con el Pie, tras sufrir una lesión medular en 1996.

El arte es la expresión de sentimientos y emociones. Y artistas son aquellos capaces de transmitirlo, con independencia de la parte del cuerpo que utilicen para pintar o tocar un instrumento. Marta de Frutos ofreció esta mañana una demostración, en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, del arte de pintar con la boca. Ella siempre ha sido una apasionada de la pintura, cuenta. Cuando tenía nueve años empezó a desarrollar su pasión. Encontró en los cuadros una manera de expresarse. A los 14, con la adolescencia en auge, lo dejó, aunque siempre quedó en ella una especie de vacío. Su vida dio un vuelco cuando en 1996 sufrió un accidente de tráfico que derivó en una lesión medular. Desde entonces está en silla de ruedas. «Pensé que no volvería a pintar», explicó ayer la artista, pero no ocurrió así.

Fue en 2011 cuando Marta accedió en Madrid, a través de la asociación Aspaym (Asociación de personas con lesión medular y otras discapacidades físicas), a un taller sobre pintura con la boca o con el pie. «Al principio no me hizo mucha gracia, me sentía rara y observada, además buscaba la manera de pintar como lo hacía con las manos, pero al final te olvidas. Ahí me di cuenta de lo que me había pasado, que yo ya no era la de antes», detalla la autora.

Poco a poco retomó su afición de la infancia, a la que ahora dedica una media de cinco horas diarias. «Dos por la mañana y tres por la tarde, más o menos, depende del día», apunta. «Es mi válvula de escape, me está permitiendo crecer como artista y desarrollarme en mi vida», comentó.

En estos siete años de trabajo ha creado un centenar de obras, 17 de las cuales se pudieron contemplar en la sala de exposiciones de Parapléjicos. La artista seleccionó piezas en las que Toledo y Castilla-La Mancha tenían protagonismo. El Alcázar, las calles del Casco, la iglesia de San Sebastián o los molinos manchegos formaron parte de su selección. «Tengo una amiga de Toledo que me trae fotos y al final pinto sobre la ciudad», comentó.

Temáticas. Pero las temáticas preferidas de la autora son el mar y los paisajes. «Mis amigos me regalan fotografías de sus viajes y mi hermano también, y yo intento plasmarlas en mis cuadros», dijo.

Marta comenta que es «realmente complicado» pintar con la boca. «Necesita fuerza en la boca pero sobre todo en el cuello». Explica que prefiere pintar acuarelas, pese a ser una técnica artística más complicada que el acrílico porque no puedes borrar ni pintar encima. «Pero es más fácil de trabajar con el cuello», revela.

La artista se siente especialmente orgullosa de una exposición que presentó en el aeropuerto de Barajas y remarca su satisfacción cuando alguno de sus cuadros se vende, al saber que esta es la manera de que la asociación a la que pertenece continúe adelante.

Marta estuvo acompañada en Toledo por el presidente de la Asociación Mundial de Pintores con la Boca o el Pie (APBP) en España, Ricardo Charfolé, quien valoró la «evolución artística impresionante» de la creadora en los siete años que lleva pintando.

Explica que la entidad está presente en 90 países del mundo y cuanta con 850 creadores en plantilla. «Personas que por accidente pintan de esta manera tan difícil, pero que en definitiva se expresan a través del arte», subraya.

Charfolé indica el funcionamiento de la asociación. Los artistas acceden a ella en la categoría de becarios, cobran una cantidad suficiente para poder vivir y asisten a clases para mejorar sus actitudes con el pincel. El salto a la categoría de ‘miembro’ de la asociación se produce cuando sus obras podrían ser profesionales y pasar por pintadas a mano. La decisión la adopta un jurado profesional. Desde entonces los artistas reciben un sueldo y no una beca.

Autofinanciación. La entidad «no vive de la caridad ni de las instituciones públicas», apunta su presidente, sino que su forma de financiación es la venta del trabajo de los artistas que la integran. No solo cuadros, también tarjetas de Navidad o felicitaciones, papel de regalo, calendarios, puzzles, agentes, entre otros productos.

Ocio y superación. Por su parte, el director gerente de Parapléjicos, José María Marín, recalcó que esta actividad creativa es una forma de potenciar el ocio y el tiempo libre de las personas con lesión medular pero, sobre todo, «una forma de superación personal» después de sufrir el accidente. «Tras ese momento, los pacientes se ven en un túnel y cualquier actividad que vean como una fórmula de vida más allá de la lesión es buena. Normalmente hay más facilidad para que se decanten por temas deportivos, pero las disciplinas artísticas también son importantes», comentó.