Jaume Vives: ««El Islam no es una religión de paz»

I.P.Nova / Toledo
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Entrevista al periodista Jaume Vives

Es capaz de empezar una entrevista sentado al piano y tocando una pieza. Como no. No le es suficiente con tener 23 años, con llevar tres libros publicados y con haber viajado dos veces a Oriente Medio buscando dar voz al drama de los cristianos en Irak y Siria; él también sabe tocar el piano. Visiblemente agotado y (confiesa) «sin haber tenido tiempo ni para comer», el periodista Jaume Vives ha pasado dos días en Toledo y Talavera dando a conocer su equipo de periodistas, Guardianes de la Paz, con los que ha grabado un documental que, planea, estrenar en enero. Dos colegios y, ayer, la Biblioteca Regional han sido su particular ‘papel y lápiz’ para contar su historia. 
¿Cómo surge la idea de crear Guardianes en la Fe?
Hace tres años empiezan a salir noticias, en muy pocos medios, sobre los cristianos perseguidos. Era casi impensable que en pleno siglo XXI hubiese gente dispuesta a morir por Cristo. Pero es cierto y sorprendente, por eso fuimos a comprobarlo. Mientras que nosotros aquí apenas somos capaces de decir que somos cristianos para no ser los frikis de clase, allí están muriendo por su fe. Por eso, hice un primer viaje al Líbano para recoger esas historias. 
Y este verano vuelves... 
Sí. Con un grupo de gente monté Guardianes de la Fe y nos fuimos a Irak. Uno de los sacerdotes de la zona nos pedía que fuéramos allí para enseñar castellano, con miras a que esas familiar pudieran ser refugiadas en España. Por eso, algunos compañeros fueron a eso y otros fuimos a documentar  la realidad de esos cristianos perseguidos. Al final, además de mostrar su presente queríamos que los cristianos de aquí rezaran por ellos, que las personas con competencias económicas hicieran algo y que los organismos sociales actuaran en su campo.
En tu perfil en Twitter te defines como Cristiano y Periodista. ¿Estamos en un momento en el que hay que poner que eres cristiano a raíz de que otros se avergüencen?
Aquí nosotros estamos acostumbrados a que Cristo sea algo teórico y abstracto. Es algo que cojo y dejo cuando me apetece porque no configura nuestra vida. Pero, para esos refugiados sí lo es. Es algo vivo. Para ellos, Cristo es tan concreto como la educación de su hijo, sus propias vidas o su casas. Es tan concreto que están dispuestos a decir que no a todo con tal de no decir que no a Cristo. Cuando el problema es abstracto no te juegas la vida.
¿Europa ha perdido la forma viva de Cristo?
Europa ha perdido la fe y la poca que queda, muchas veces, es una teoría y algo abstracto. 
¿Y de quién es la culpa?
De todos. 
¿No es de aquellos cuyo trabajo es propagar al fe?
También. Es culpa de los católicos y luego también hay algo muy triste, que no valoramos la fe. Allí, en Siria, la persecución es cruenta; por el contrario, aquí la persecución es más social. Cuando una persecución es cruenta te enorgulleces de tu lucha. Es triste pero es así. Allí la única forma de decir que no eres cristiano es convertirte al Islam. Por el contrario, aquí la forma de decirlo es decir que no lo eres, y punto. 
O que no crees en la iglesia. Hay una frase maravillosa que dice mucha gente: «Yo creo en Dios pero no en la Iglesia».
Es una suprema tontería. Tu te vas a Irak y ves que si esos cristianos perseguidos no están viviendo como animales, a día de hoy, es por la iglesia católica. No es por las ONGs. ni por los gobiernos. La dignificación de la vida de esas personas, que primero vivían en la calle y ahora consiguen hacerlo en contenedores de mercancías, es gracias a la Iglesia. Por un lado, sus sedes de aquí con el aporte económico y, los que están allí, porque se quedan para estar con ellos. Hay que reconocer que las únicas personas que podrían salir de esas situaciones si lo pidieran serían los sacerdotes y las monjas. Y siguen ahí. Ellos quieren vivir con su gente, morir con su gente. Y no sólo eso, están 20 horas al día dirigiendo los centros de desplazados, trabajando para que a esa gente no le falte de nada. 
Los refugiados es un tema de máxima actualidad. Son musulmanes que llegan a Europa, muchos de ellos desde Siria.  Ahora que se habla de acoger al refugiado, ¿qué solución ves al problema?
Hay que ser generosos. El Líbano es una país mucho más pequeño y más pobre que España y que acoge a dos millones de sirios. Es absurdo que, con esa realidad, nosotros nos estemos peleando por cifras que encima no se van a cumplir. Porque es mentira, ¡se acogerán, como mucho, a 50 familias!
Pero has dicho muchas veces que hay que se prudente...
Cierto. En el Líbano he conocido mucha gente que hablaba del Estado Islámico. Es un problema que está en nuestras casas y con el que hay que ir con cuidado. Vamos, ya está dentro. El sur de Francia está repleto de radicales y Barcelona es la capital del Estado Islámico en Europa. Es un problema que nos va a pillar bastante desprevenidos, aunque no lo parezca.
¿Lo que está pasando en Siria es sólo culpa del Estado Islámico?
No, occidente tiene gran parte de culpa. En Siria y el Irak a pesar de sus dictadores se vivía bien. Por el contrario, en Arabia Saudí no se vive bien y nadie hace nada. Parece que sólo interesaban Siria e Irak. Pero vamos, el problema principal es el Islam, eso lo tengo claro.
Repito una frase que es tuya: «El Estado Islámico es la consecuencia del Islam»
El Islam no es una religión de paz. No es una cosa de musulmanes, que conste. Hay musulmanes bellísimas personas y cristianos muy capullos. Pero el Islam es una religión de guerra. No es casualidad que en el 90% de los países del mundo donde hay persecución sean países de confesión musulmana. Es cierto que en el Corán hay versículos contradictorios. El Mahoma profeta habla de una parte más mística de la religión, de guerra interior... Pero cuando llega a ser dirigente se recrudece.  Allí ya habla de matar al infiel, etc. Es decir, que tanto el que hace la paz como el que hace la guerra con el Corán en la mano está siendo coherente. Pero luego existe la ley de abrogacion, gracias a la cual frente a dos versículos contradictorios del Corán prevalece el último. Es decir, el de Medina. Por lo tanto, el que está matando en nombre del Islam con el Corán en la mano está siendo un musulmán fiel. 
¿La Yihad y las Cruzadas son lo mismo?
No tienen nada que ver. Una cruzada no es una guerra en la que imponer a golpe de estada una religión. Del mismo modo, no se puede comparar la Yihad con la Inquisición.
Tras los atentados terroristas perpetrados en París se quemó  un campo de refugiados sirios en Calais, Francia. ¿Qué opina de esa respuesta promovida por el odio?
No es la solución. 
Y los bombardeos en Siria a cargo del gobierno Ruso, ¿lo son?
Eso es diferente. Rusia es el único país que ha hecho algo por esa gente. Cuando a America le interesaba se cargó a los dirigentes en menos de un mes. Ahora, han pasado cuatro años en los que el Estado Islámico no ha hecho nada más que crecer. Hace poco los obispos sirios han salido y dado la cara por Rusia dándoles las gracias. Esto es una guerra y en una guerra no puedes tirar flores y decir viva la paz. La paz pasiva es mala. Está muriendo gente inocente. Y, aunque ahora mismo nos pongamos las manos en la cabeza, lo primero que ha hecho Rusia ha sido atacar al Estado Islámico. 
¿Cuál es la diferencia entre quemar un campo de refugiados y lanzar una bomba a Raqqa?
Ahí ha actuado Francia, que no es Rusia. Pero, ¡también tiene tela! Ahora quieren cerrar las que tienen fichadas como mezquitas radicales, ¿por qué antes no se ha hecho nada? Cuando Rusia bombardea Siria lo hace a posiciones del Estado Islámico. Pero cuando estas quemando un campo de refugiados estás matando a familias y niños por algo que ellos no han hecho. 
Ahí entra en juego la teoría de... Con los refugiados sirios entran radicales del Estado Islámico.
Eso es evidente. 
Entonces, ¿hay que parar la entrada de refugiados? 
Hay que tener prudencia. Y para eso, hay diferentes maneras de hacerlo. Hungría, por ejemplo, ha cerrado fronteras. Su teoría ha sido decir que, como no hay mezquitas, no se van a integrar y que deben de irse a países musulmanes. Y eso es algo que tiene mucho sentido. Es lógico que sea Arabia Saudí o Kuwait los países que los recojan. Pero ellos también han cerrado puertas. Ellos han dicho «si queréis financiamos mezquitas en Alemania». Pero han cerrado puertas a los que son de su misma religión, cuando sería lo más lógico. Que los musulmanes acojan a los musulmanes, y aquí a los refugiados cristianos. 
Se habla constantemente del apoyo de la  Comunidad Internacional a los refugiados sirios. ¿Y qué pasa con los cristianos perseguidos? ¿Se han olvidado de ellos?
Por su puesto. Ellos te lo dicen, «el mundo entero nos ha dado la espalda». Y llevan toda la razón, te das cuenta cuando estas ahí y lo vives en primera persona. En verdad, hasta nosotros, los propios católicos, les hemos dado la espalda.