Más de 1.200 firmas para frenar el envenenamiento de gatos

M.G./ Toledo
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Una iniciativa particular en el portal Change.org moviliza a la ciudadanía en cinco días para pedir al Ayuntamiento menos impunidad y más control y esterilización de las colonias

Un nuevo caso de envenenamiento de varios gatos en el Polígono la semana pasada ha vuelto a devolver protagonismo a estos delictivos episodios que se dan con relativa frecuencia en la ciudad y en distintos barrios, aunque lo cierto es que en Santa María de Benquerencia la noticia salta a menudo y en el Casco Histórico el envenenamiento es continúo, según denuncian los voluntarios que alimentan y cuidan de las colonias callejeras. Esta última colocación de cebos tóxicos ha dado origen a la puesta en marcha de una campaña de recogida de firmas en el portal Change.org, dirigida a la Concejalía de Medio Ambiente, para intentar frenar la intoxicación de estos animales y «que los gatitos de la ciudad puedan vivir en paz».

La iniciativa está cosechando mucho éxito, ya que en cinco días -del 16 al 21 de septiembre- ha conseguido sumar más de 1.200 firmas, 500 de ellas en una única jornada. No obstante, la campaña, iniciada a nivel particular, continúa abierta a la espera de reunir más rúbricas para trasladarlas al Ayuntamiento de Toledo con el objetivo de que no se produzcan estos delitos relacionados con el maltrato animal, que la administración  «lleve a cabo un control de las colonias, castrando para evitar la proliferación excesiva de estos animales» y se anime a promover más campañas de concienciación ciudadana para el respeto de los animales.

Además, la campaña hace hincapié en la impunidad de quienes envenenan gatos con distintos cebos y productos tóxicos a pesar de que se trata de una actividad delictiva. Los firmantes consideran que las administraciones, incluida la municipal, deberían aumentar las condenas y multas para evitar que este maltrato animal «quede impune el 90%de las veces».

Por otro lado, en el texto de la campaña se apunta que algunos vecinos de Toledo han intentado  ponerse en contacto con la Concejalía de Medio Ambiente, pero no han recibido respuesta, y consideran que la problemática es importante y es necesario poner una solución que evite la masacre de gatos que se está produciendo en distintos puntos de la ciudad desde hace años.

En este caso, la iniciativa también alerta de los riesgos y peligros del veneno que se deposita en la calle para matar a los gatos para la ciudadanía, sobre todo, para los niños.

el método ces. No es la primera vez en esta legislatura municipal que salta a la luz esta grave situación. Ya en el Consejo Local de Medio Ambiente del pasado mes de abril se trató el tema en profundidad. En esta ocasión, varias residentes que atienden voluntariamente a distintas colonias callejeras de gatos hablaron del asunto, pidieron al Ayuntamiento que se encargue de su control porque entienden que entra dentro de las responsabilidades del área de Medio Ambiente de una ciudad y apuntaron algunas propuestas, como el desarrollo continuo de programas de captura, esterilización y suelta (CES), la elaboración de un censo para calcular el número de ejemplares, la modificación de la ordenanza que prohibe alimentar animales en la calle y la firma de convenios con el Colegio de Veterinarios para que se abaraten los costes de las esterilizaciones, ya que muchas las realizan los voluntarios.

En relación a la captura, esterilización y suelta, algunos cuidadores creen que el Ayuntamiento debería realizarla en todos los barrios y de manera habitual porque observan que se lleva a cabo «de forma aleatoria».

Al otro lado de la problemática también se sitúan los vecinos contrarios a las colonias de gatos en las inmediaciones de las viviendas, otro colectivo que manifiesta constantemente sus quejas por la suciedad, los olores y las incomodidades que puede originar la permanencia de gatos en determinados lugares a pesar de haberse convertido en su hábitat natural. En este caso, a los residentes no les sirve con la esterilización y el control de las colonias porque piden su traslado. Se trata del otro lado de una compleja situación.