Castilla-La Mancha es una de las regiones con un nivel más bajo de gasto y recursos humanos dedicados a actividades educativas. De hecho, en 2015 fue la Comunidad Autónoma que menos gasto hizo en educación por habitante menor de 25 años, invirtiendo tan sólo 4.173 euros por alumno. La región también suspende en lo que respecta a los resultados educativos, destacando el abandono escolar en niveles no obligatorios.
Así lo concluye la monografía ‘Diferencias educativas regionales 2000-2016’. Dicho estudio, impulsado por Ivie y Fundación BBVA, analiza las diferencias y singularidades regionales durante las primeras décadas del siglo XXI. En él se han tenido en cuenta factores como el entorno socioeconómico, los recursos humanos o el gasto público y el privado. Asimismo se han analizado otros aspectos relacionados con los resultados como el acceso a la educación, la equidad y el rendimiento.
Según el informe, Castilla-La Mancha ofrece un entorno y unos recursos ‘poco favorables’ para su desarrollo, ya que se es la región con el PIB per cápita más bajo. Así, mientras que de media el producto interior bruto por habitante supera los 24.700 euros, en territorio castellano manchego la cifra desciende por debajo de los 20.000 euros.
A pesar de este dato, los ingresos públicos que se destinan a los habitantes de la comunidad son similares a los que llegan a los ciudadanos de otros territorios, pero no sucede así en el ámbito de la educación. Madrid, con 4.496 euros por alumno, fue el único territorio que gastó menos que Castilla La Mancha en educación. Por contra, las que más recursos reservan a este capítulo son País Vasco, Cantabria y Asturias, que superan los 6.200 euros por pupilo.
La escasa inversión que hace la administración es más preocupante aún si se tiene en cuenta que el sistema castellano manchego se caracteriza por una clara orientación a la educación pública. Esto es así, tanto por el porcentaje de alumnos, que supera el 82%, como por la baja proporción de gasto público dedicado al concierto, que no llega al 10%.
Y en lo que respecta al gasto privado, los hogares de Castilla La Mancha son los que menos invierten en educación de toda España, con tan sólo 592 euros frente a los más de mil de la media nacional. Esto pone de relieve que el aumento del esfuerzo de las familias en educación no ha sido abordado en las mismas condiciones por todas, incrementándose las diferencias entre regiones y entre familias, lo que supone a su vez un riesgo para la igualdad de oportunidades.
Resultados. A pesar de todos estos condicionantes, lo cierto es que los estudiantes castellano manchegos obtuvieron mejores resultados en el informe PISA que la mayor parte de las comunidades autónomas, e incluso quedaron también por encima de la mayoría de países de la Unión Europea.
Esto contrasta con otros datos más negativos relacionados con los resultados como el hecho de que CLM sea la segunda región con mayor porcentaje de alumnos de ESO repetidores y una tasa de abandono educativo temprano por encima de la media nacional. Por otra parte, la matriculacion en educación superior es la segunda más baja de todo el país. Y es que tan sólo el 30% de la población menor de 21 años está matriculada en niveles educativos superiores.
De ahí que el estudio concluya que el gasto público y privado en educación influye en los resultados pero su simple incremento no garantiza aumentos relevantes del rendimiento, por lo que es más importante gastar mejor que gastar más.